Arranque de curso político con golpe de efecto. Alvise Pérez aprovechó el 12 de octubre para anunciar que se presentará a las próximas elecciones generales, en un acto celebrado en el Palacio de Vistalegre ante miles de simpatizantes. El anuncio, recogido por varios medios, sitúa a Se Acabó la Fiesta (SALF) en la pista de salida de la política nacional más allá de su escaño en el Parlamento Europeo.
La puesta en escena fue fiel a su estilo: apelaciones directas, tono combativo y un mensaje de “fin de la fiesta” para la “vieja política”. En el acto, subrayó que su salto a las generales busca “ensanchar” el proyecto que le llevó a Bruselas. Además, prometió mantener su agenda de “sentido común”.
Vistalegre como declaración de intenciones
El marco no fue casual. Vistalegre, símbolo de grandes desembarcos políticos de la última década, sirvió para medir fuerzas y enseñar músculo organizativo. Unas 4.000 personas acompañaron al líder de SALF, en un mitin concebido para proyectar ambición nacional.
El anuncio marca la nueva hoja de ruta del partido de Alvise: de candidatura independiente europea a estructura con vocación estatal. La narrativa elegida —12-O, bandera y soberanía— enlaza con su discurso sobre identidad y “rescate” institucional.
Qué propone SALF: seguridad, soberanía y “libertad fiscal”
Tras el anuncio, Alvise desplegó los ejes de su programa en materia de seguridad, soberanía, justicia, libertad fiscal, vivienda y seguridad jurídica. Entre las medidas estrella figura un plan de deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular, con veto de entrada a quienes crucen de forma ilegal. Este plan se financiará —según su discurso— reorientando partidas de cooperación.
En el terreno europeo, plantea un referéndum si “Bruselas no respeta” a España y reclama virar alianzas hacia Hispanoamérica como prioridad estratégica. “Ni una gota de sangre española” en conflictos ajenos a los intereses nacionales, afirmó.
Justicia y macro cárcel
En justicia, prometió endurecer el modelo penitenciario con la construcción de una macro cárcel y “fin de los permisos” como regla general. Además, planea reformar el Código Penal para impedir la prescripción de delitos de corrupción. “Los corruptos irán a prisión”, remarcó.
Rebaja de impuestos y adelgazamiento del Estado
Bajo el eje de la libertad, Alvise propone 0% de IRPF para rentas inferiores a 30.000 euros. Incluye bonificaciones por hijos para impulsar la natalidad y la prohibición de la financiación pública de partidos. Apuesta por usar inteligencia artificial para recortar burocracia y “adelgazar” el aparato político-administrativo.
Vivienda y seguridad jurídica
En vivienda, defiende que todo suelo sea urbanizable salvo razones objetivas, con ventajas fiscales al que construya. En seguridad jurídica, promete penas de prisión inmediatas en casos de okupación y desalojo exprés.
Herramientas de campaña y mensaje final
De cara al ciclo electoral, avanzó dos instrumentos: una memoria económica para justificar los números del “fin del despilfarro”. También EscrutinIA 2.0, software para custodiar actas y denunciar irregularidades en las mesas electorales. Además, pidió a los suyos “despistar” en encuestas para “proteger” sus feudos.
El cierre hiló con su lema: “Se acabó la fiesta”. Fue acompañado de un anuncio de donación de 50.000 euros de su sueldo a huérfanos de la Guardia Civil y un llamamiento a “vivir, no arrodillarse”. Con el 12-O como trampolín, SALF se coloca oficialmente en modo campaña para las generales.


