Cerca de 200 escolares de Santa Pola se han convertido en pescadores por un día gracias a la jornada «Puerto Felicidad», de la asociación de organizaciones de productores Pesca España. A través de talleres lúdicos, los pequeños experimentan y conocen el valor de la pesca: Algunos incluso explican con orgullo que esta era la profesión de sus antepasados. El objetivo es acercarles a un oficio que pierde paulatinamente a sus trabajadores.
«Lo que estamos intentando es que en en diversas localidades costeras se vuelva a hablar de pesca, que los niños se interesen», explica Antonio Nieto, gerente de Pesca España. Para ello, durante la mañana, estos escolares aprenden a hacer nudos o pescan en bañeras, entre otros: «Todo está dinamizado con unos actores que hacen de diferentes personajes con una historia que hemos creado».
Incluso, experimentan los oficios a través de la realidad virtual, en un entorno adaptado. «Desde el patrón que tiene que conducir la embarcación a través de unas boyas, o eres un pescador que tienes que elegir si coges los pescados, y si son muy pequeños los tienes que dejar».
Juego pero con conciencia respecto a «ese trabajo responsable y sostenible que realizan los pescadores españoles y que es importante poner en valor».
Las actividades están ideadas para alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria. Los participantes proceden de los centros Virgen de Loreto, Hispanidad, Ramón Cuesta y José Garnero. El gerente de Pesca España relata la experiencia de los monitores con los niños. «Muchos -escolares- dicen: Ah, pues mi abuelo era pescador. Empiezan a contar historias de sus antepasados».
Pesca España comenzó el pasado año la misión de «Puerto Felicidad» para concienciar sobre la disminución de profesionales. Tras arrancar en los municipios asturianos de Luanco y Ribadesella, han recalado en Santa Pola este miércoles, y pondrán rumbo a Islas Baleares antes de finalizar el curso escolar.
Relevo generacional en la pesca
Nieto urge a administraciones públicas a preservar la pesca. Actualmente, solo el 27% de los profesionales del sector tiene menos de 40 años y un 42% más de 50, explica. Y, precisa que cerca del 65% de los empleados del sector tiene muy cerca la edad de jubilación. «Nosotros decimos que en 20 años, si esto sigue así, podríamos perder la mitad de la flota. Es una cosa seria».
Puestos como el de capitán, patrón o maquinista «son los que más se requieren porque son muy especializados, requieren de una formación mucho más extensa que lo que puede ser un marinero pescador», relata. No obstante, se requiere de todos los perfiles profesionales.
Entre las medidas que reclaman para favorecer el acceso al mercado laboral figura la flexibilización de las horas de navegación estipuladas en prácticas en un pesquero, tras obtener la titulación. «Pedimos asemejarnos a la flexibilidad que hay en Marina Mercante».
Con este objetivo trabajan con las distintas autonomías. Hay comunidades autónomas que lo están trabajando muy bien. Te puedo hablar de Asturias o de Cantabria. Es donde se se ha flexibilizado mucho y se mucho en proyectos. Estamos trabajando con el tema de la FP Dual para que haya esa formación reglada en los barcos, que también acorta los plazos».
El sector en Alicante
Exigen, por otra parte, que Bruselas «no demonice» la pesca de arrastre con el reglamento restrictivo para la pesca de arrastre, que ha puesto en pie a pescadores del Mediterráneo desde hace meses. Reconoce la lucha y esfuerzo de todo un sector en los caladeros del litoral. «Tantos pasos se están dando para adaptarse, para hacer más sostenible, para reducir los impactos».
En este sentido, indica que se trabajar para modificar ese reglamento «para que no nos vuelva a pasar otra vez lo mismo. Y llegar a diciembre con algo de certidumbre». Tras los recientes cambios en la Comisión Europea, manifiesta que hay optimismo. «Se quieren tener en cuenta los criterios sociales y económicos, que para nosotros es fundamental. El nuevo comisario está yendo a los puertos, está mirando los ojos a los pescadores».
El futuro de la pesca tiene muchas vertientes pero una de ellas es ilusionar a los más jóvenes, «despertar su curiosidad… Y para muchos la curiosidad es máxima porque son cosas que desconocen».
