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miércoles, diciembre 3, 2025

Barcala desaloja al público del Pleno tras las reiteradas interrupciones de bomberos

Diecinueve minutos después de iniciarse la sesión ordinaria de Pleno se ha procedido a despejar la sala de público

El Pleno del Ayuntamiento de Alicante ha tenido que ser parado apenas 19 minutos de su inicio para desalojar la sala de público. Las continuas interrupciones de bomberos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la ciudad han forzado al alcalde, Luis Barcala, a ordenar vaciar el área desde donde habitualmente asisten los ciudadanos interesados en seguir las sesiones.

Los bomberos han interrumpido en diversas ocasiones desde que se ha comenzado a debatir el primer punto del día relativo a modificación presupuestaria. Los empleados se quejaban de la gestión sobre sus condiciones laborales con expresiones como «Barcala, quítate la corbata y ve al parque, que nos jugamos la vida. Haz tu trabajo», «ven a hablar con nosotros», «nos tienes abandonados», «¿de qué se ríen?» o «Barcala no cumple».

A su vez, el alcalde ha lamentado la actitud de los bomberos que no permitían el normal desarrollo del pleno y ha calificado la escena como «vergüenza para el pleno». También ha recriminado al portavoz de Compromís, Rafa Mas, que «jaleara las protestas» después de que este durante su intervención aludiera a la «situación precaria» y «sin recursos» de los bomberos municipales.

Por su parte, PSPV y Vox han coincidido en no compartir las «formas» de las protestas de los bomberos, pero sí las «demandas» y el «fondo».

EU-Podem: Presencia desproporcionada de agentes’

Poco después de producirse los hechos, desde Esquerra Unida-Podem han rechazado «la presencia desproporcionada de agentes en el pleno municipal» que achacan a «otra muestra del autoritarismo del equipo de gobierno, que prefiere blindarse tras un despliegue policial innecesario en lugar de escuchar a la ciudadanía». El grupo señala que «convertir el salón de plenos en un escenario de intimidación no es propio de una democracia saludable, sino de un gobierno que teme el debate y la participación vecinal. Si en lugar de gobernar a golpe de rodillo atendieran las demandas de la gente, no necesitarían recurrir a estos excesos. La protesta de los bomberos no es un capricho, sino la consecuencia del cansancio acumulado tras años de promesas incumplidas por parte de Barcala, que sigue sin dar soluciones a un servicio esencial que el alcalde ningunea».