El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha exigido al Gobierno de España que mantenga el trasvase Tajo-Segura “porque el agua desalada es una opción complementaria y no sustitutiva”.
Ha realizado estas declaraciones durante la reunión a la que ha asistido en Alicante para debatir sobre la situación actual del trasvase Tajo-Segura y su impacto en el sector agrícola, según un comunicado de la Generalitat.
En el encuentro también han participado la directora general de Desarrollo Rural y Agua, Sabina Goretti; el director territorial de Alicante, Juan Planelles; la delegada del Consell en Alicante, Agustina Esteve; la vicepresidenta y diputada del Ciclo Hídrico de la Diputación de Alicante, Ana Serna; el presidente del Sindicato de Regantes del Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez; el presidente de la Comunidad de Regantes de Riegos de Levante Margen Derecha del Segura, José Antonio Andújar; el presidente de la Comunidad de Regantes de Riegos de Levante Izquierda del Segura, Roque Bru y el presidente de ASAJA-Alicante, Vicente Andreu.
Barrachina ha expresado su preocupación ante la propuesta del Gobierno de España de limitar el Tajo-Segura, manteniéndolo únicamente para abastecimiento humano y, de manera excepcional, en situaciones de sequía. Además, la propuesta incluye la apuesta por la desalación para cubrir las necesidades de riego en el sector agrícola.
El conseller ha destacado que “el agua desalada solo puede ser una alternativa complementaria para nuestros cultivos» ya que su calidad «no es la adecuada, su coste es excesivo y su impacto ambiental negativo es considerable”.
Según Barrachina, el agua procedente de las desaladoras multiplicará por tres o cuatro veces el precio actual, lo que resultaría insostenible para los agricultores y llevará «al abandono de las tierras, a la destrucción de cerca de 10 millones de árboles y a una pérdida de 22.000 puestos de trabajo en el sector”.
También ha subrayado “la necesidad de apostar por nuevas infraestructuras hidráulicas que permitan aprovechar de manera más eficiente las precipitaciones intensas y gestionar los recursos hídricos de manera sostenible».
El conseller de Agricultura ha reiterado el compromiso de la Generalitat para defender, tanto en el ámbito político como en el judicial, la continuidad del trasvase, insistiendo en que “la eliminación tendría efectos devastadores para la agricultura de la provincia de Alicante” y ha lamentado que los intereses políticos se impongan sobre los criterios técnicos en esta cuestión.
Para el conseller, «el Gobierno central está dejando perder en Portugal el agua que necesitan los regantes de la provincia de Alicante».


