Corrupción sin corrupción

Quién inventó el dinero, nos jodió la vida

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corrupción Diario de Alicante
Josep Manel Sánchez

Los políticos/as nunca han considerado las opiniones y demandas de las mayorías de ciudadanos/as de a pie– ni siquiera nos hacen caso en las urnas-, pero sí han acatado las órdenes de las minorías bien instaladas y acaudaladas, cuyo poder omnipresente rebasa todos los límites de cualquier sociedad democrática dada. Las palabras y discursos de nuestros políticos/as, van bajando como las aguas corrompidas por las cañerías del congreso de imputados, perdón, de diputados, hacia los albañales, ensuciando parques, campos, playas, ciudades y países.

Podría escribir versos más hermosos, en este tiempo de descuento que es mi jubilación, pero mi vida está echada como una carta boca abajo…, sé que voy a perder la partida, pero voy a jugar erguido mientras pueda, no me inclinaré ni ante dioses ni ante reyes, ni ante lacayos enriquecidos ilegalmente: para el barro, mis huellas, para el fuego, mi cuerpo, pues solo soy una vida, más o menos, que denuncia lo harto que está de poblar un ser callado, como si fuéramos culpables –que lo somos-, de consentir las tropelías de estos ladrones de cuello blanco y duro como sus jetas. Sus nombres ya los saben. ¿Es la política un medio para llegar a un fin: enriquecerse junto a sus colegas empresarios con dinero público…?

Expulsan a una familia sin recursos que se ha quedado en el paro -sepan que el paro y la falta de vivienda digna van en contra de ¿nuestra? Constitución-, endosan a los abuelos y abuelas, con una pensión indigna, a los hijos/as y nietos/as en edades de trabajar, pero que no han podido acceder, ni siquiera a un trabajo basura a tiempo parcial…¿Dónde está la tan aventada recuperación económica que propala el señor Rajoy tomándose un café –que aún no sabe lo que cuesta, porque no lo paga-? Esas palabras, que parecen emanar de su boca tiznada, como levitando por encima de una nube de periodistas, serán herradas en los tristes medios de incomunicación que nos depara la historia oficial de hoy, con LETRAS DE MOLDE: ¿Qué esconde el señor Rajoy dentro de su gabardina mágica: ¿gaviotas díscolas?

Todos los días oímos hablar sobre corrupción, pero que poco se actúa sobre la misma. Necesitamos deletrear esa palabra contraria: DEMOCRACIA, una palabra seca que lo define todo: GOBIERNO DEL PUEBLO, sobre los partidos y “PARTIDAS” DE DELINCUENTES, que se aprovechan de una mayor “LIBERTAD” solo para engolfarse en asuntos crematísticos donde llenar sus vacías entrañas. Si hubiera justicia, si a los jueces los dejaran ser independientes -que espero que lo sean-, estos personajes truculentos de ambos sexos, pagarían en la cárcel TRABAJANDO– ignoro si conocen esa palabra- hasta que liquiden el último céntimo público robado a los ciudadanos y ciudadanas. Ya está bien que siempre lo pague el roba gallinas, el que no puede pagar el alquiler o la luz, el mendigo, el borracho…y a veces el poeta.

He de decir que también es corrupción política y sindical, el consentir los bajos salarios de los trabajadores y la desigualdad salarial de las trabajadoras con respecto a los primeros, en todos los ámbitos laborales. Preocuparse por el incremento del envejecimiento de la población, con un 40% de jóvenes bien preparados, en el paro o emigrando, es una obscenidad política y económica de una sociedad inmadura, que necesita la democracia como asignatura básica e imprescindible desde primaria hasta finalizar la carrera…¡Veremos!