Un joven de 25 años permaneció atrincherado más de 16 horas en su vivienda de Agost, armado con una de las escopetas que había en la casa familiar. La situación comenzó de madrugada, cuando el padre alertó a la Policía Local al ver que su hijo se encerraba en una habitación y se negaba a salir.
La Guardia Civil cortó la calle Fermín Sánchez y desplegó al menos cinco vehículos, impidiendo el acceso tanto a vecinos como a coches particulares. En la operación participaron psicólogos y negociadores especializados para intentar convencer al joven de que entregara las armas sin violencia. Según explicó el alcalde, Juanjo Castelló, también intervinieron sus padres y un hermano para tranquilizarlo.
Contexto de salud mental
Los vecinos señalaron que el joven atravesaba problemas de salud mental y no había tomado la medicación prescrita. Esta circunstancia habría desencadenado el episodio. El propio alcalde subrayó que el objetivo era lograr una salida pacífica y que el joven llevaba muchas horas sin dormir, lo que complicaba la negociación.
Pese a la gravedad del incidente, los edificios de la calle no fueron desalojados. La presencia de armas se debía a que la familia es aficionada a la caza, lo que incrementó la preocupación de las autoridades. El operativo policial se mantuvo durante toda la jornada, a la espera de que el joven depusiera su actitud.
