El primero de Mayo es un día de especial reivindicación, ya que las trabajadoras y trabajadores a nivel internacional conmemoramos los derechos conseguidos y alzamos la voz para reclamar condiciones laborales y sociales más justas en este mundo globalizado. Sobre todo en estos tiempos, porque nos encontramos con la repercusión de una inaceptable guerra que condiciona todo el orden mundial creando una crisis económica, extendida desde el gas hasta la subida generalizada de los precios y al mismo tiempo, ha provocado una crisis humanitaria ya que se ha forzado a cientos de miles personas inocentes al refugio y a la huida para salvaguardar la vida.
Ahora más que nunca, es imprescindible se establezcan medidas supranacionales que ayuden como Unión Europea a alejarse de la dependencia energética que hasta ahora se viene sufriendo, para así poder salir fortalecidos de esta crisis. Para ello es imprescindible poner a las personas de nuevo en el centro de sus políticas, para que nadie se quede atrás y poder hablar de un progreso igualitario.
Pero no todo el peso recae en Europa, por eso valoramos que se haya buscado una solución a nivel del Estado, con el plan de respuesta diseñado por el Gobierno a través del Real Decreto de medidas urgentes para mitigar las consecuencias económicas de esta injusta guerra, pero con la desilusión de la ceguera política de una parte del parlamento, al no haber apoyado de forma unánime, las medidas para mejorar la vida de la ciudadanía y de la economía del país.
Tal y como se ha demostrado, la negociación consensuada y los acuerdos plasmados han dado su frutos de manera inmediata, y es importante resaltarlos para el conocimiento de la sociedad en su conjunto. Cuando nadie creía en los ERTES, estos llegaron de la mano del diálogo social, estableciéndose como el potente escudo social que sirvió de contención a la supuesta sangría de la pérdida del empleo, que se preveía en los inicios de la crisis pandémica de la Covid 19.
Estos acuerdos también han repercutido de forma inmediata en la Reforma Laboral, lo que ha supuesto que por primera vez en la serie histórica en la provincia de Alicante se alcanzara en el primer trimestre de este año miles de contratos indefinidos, cumpliendo así con una de las grandes reivindicaciones sindicales en relación a la eliminación y erradicación de la precariedad y del excesivo abuso de la temporalidad en la que ha estado sometido nuestro territorio. Unido a ello también es relevante señalar la subida del SMI a los mil euros, lo cual contribuye a que parte de esos salarios empobrecidos puedan tener una repercusión directa en la renta de los hogares.
Por eso ahora con el lema de este 1 de Mayo: “La solución: Subir Salario, Contener los Precios, Más Igualdad” en esta época inflacionista, con una subida desmesurada y generalizada de los precios que afectan directamente al consumo y a las trabajadoras y trabajadores en particular, desde UGT también exigimos que es necesario un pacto de rentas que sea realista y reparta los esfuerzos de manera justa entre todos los agentes implicados.
Para UGT contener la inflación no puede ser a costa de los salarios, ni tampoco de las pensiones, y por ello continuaremos insistiendo, en que el desequilibrio de la balanza no puede recaer siempre sobre la misma parte de la sociedad, como pretenden según se desprende de determinadas declaraciones de aquellos que siempre tienen una visión catastrófica cuando se trata de buscar el equilibrio y un reparto equitativo.
Para nosotras, es necesario que se continúe con la senda del diálogo y que la parte empresarial se implique en la negociación del V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, que facilite la incorporación de cláusulas de revisión salarial que permitan que no tengamos una pérdida de poder de compra, ya que tanto individual como colectivamente la clase trabajadora formamos parte del círculo económico de producción y consumo.
Tenemos de nuevo otra oportunidad que nos permite frenar y erradicar las desigualdades en las que se encuentra inmersa la sociedad, porque hay que recordar que las desigualdades también ralentizan el crecimiento económico de cualquier país, no podemos consentir que se pretenda salir de esta crisis a costa de devaluar los salarios y generar más pobreza laboral y social. Unámonos a esta conmemoración internacional que vuelve con su tradicional manifestación para reclamar igualdad de oportunidades, justicia y progreso.
