En el primer día de las «mascletás» en la plaza de los Luceros, la asociación Salvem el Benacantil ha roto como pocas veces su silencio para alertar de unas sentencias judiciales «que siguen mirando hacia otro lado» y «hacen «caso omiso» de sus argumentos e informes técnicos que apuntan a daños de la pirotecnia sobre el conjunto escultórico de la fuente. También lamentan que el Ayuntamiento abogue por clonar la obra de arte con moldes antes que trasladar el concurso oficial de disparos a otro entorno. «¿Que habría hecho el alcalde con el Partenon?», se preguntan.
La asociación señala que la justicia no atiende los análisis de profesionales que han aportado. Entre ellos, el estudio de impactos mecánicos del Grupo de Simulación, Modelización y Ensayo de Estructuras (GRESMES), del departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante encargado por la corporación del socialista Gabriel Echávarri en 2016 y 2017 y que ha medido dos años cómo afecta la sismicidad en en conjunto escultórico. También el impacto del tráfico rodado terrestre y subterráneo analizado por el Laboratorio Imasalab.
Estos informes técnicos «acreditan año tras año el daño que sufre la escultura» e incluyen además «reportajes fotográficos que visibilizan la aparición de fisuras; análisis químicos que demuestran la alta capacidad y resistencia de material usado por Bañuls».
Así, sostienen que «queda la obra de Bañuls, el hito artístico y urbano más central y significativo de la ciudad, en total desamparo, como lo está esta asociación que pelea con sus menguados medios contra la Administración».
Salvem el Nostre Patrimoni recuerda que las mascletaes se realizan en Luceros desde 1988, ya que antes se disparaban en otros emplazamientos y defienden que » a partir de entonces cuando la obra de Bañuls «comienza a resentirse y la razón es las explosiones de polvora reiteradas».
Manifiestan que «cada año que pasa, desde su última restauración en 2021, se acrecientan los daños sobre la escultura, se generan nuevas microfisuras y fisuras y se reabren aquellas que fueron selladas en restauraciones anteriores, la última con un presupuesto de 360.000€».
Por otra parte, critican que frente a las diferentes pruebas aportadas, los tribunales «solo dan cabida en el procedimiento a un único informe«, el firmado por el jefe de la Unidad de Patrimonio Integral del Ayuntamiento de Alicante José Manuel Pérez Burgos. De este señalan que es un licenciado en Geografía e Historia «sin formación que le capacite y acredite para valorar y descalificar, como hace, la cualidad y resistencia de los materiales de la fuente».
Los integrantes del colectivo se autodenominan «defensores de la fiesta y también de las tracas, fuegos de artificio y mascletás». Eso sí, en espacios «que no dañen ni al patrimonio, ni a las personas, ni a los animales del entorno».
Rechazan el argumento de que las mascletás son inamovibles porque así lo reconoce la declaración de BIC de las Hogueras de Sant Joan. Y, en este sentido, consideran que como se definen como un BIC «vivo y dinámico» es susceptible de cambiar de lugar mientras que el Bien de Relevancia Local «es material» y su valor artístico está «estrechamente ligado a su ubicación, el centro de la ciudad».


