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jueves, diciembre 25, 2025

Menús navideños de Alicante: del caldo con pelotas al turrón de Jijona, con equilibrio en el plato

Los platos más tradicionales de la provincia conviven con ajustes sencillos para disfrutar de las fiestas sin renunciar a la mesa

La Navidad en la provincia de Alicante se vive, en buena parte, alrededor de la comida. En muchos hogares, la planificación del menú marca el ritmo de Nochebuena, Navidad, y Nochevieja. Los menús incluyen entrantes para compartir, un plato principal con identidad local, y una sobremesa donde el dulce tiene nombre propio. La clave para disfrutar sin arrastrar excesos durante varios días pasa por mantener la tradición y aplicar decisiones sencillas. Estas incluyen raciones razonables, cocciones poco grasas y guarniciones que aporten fibra y frescura.

Entrantes alicantinos: mar y salazones, con cabeza.
El aperitivo suele empezar con marisco cocido y productos de salazón, muy presentes en celebraciones familiares. Gambas, langostinos, hueva o mojama aportan proteína, pero también un punto de sal elevado. Para equilibrar, alternar estas propuestas con tomate, encurtidos o ensaladas ligeras ayuda desde el inicio. Una pauta práctica para no sobrecargar la comida es servir porciones pequeñas. Así, se deja los platos fuertes para la parte central, evitando que el picoteo se convierta en otra comida.

El plato de cuchara que identifica la Vega Baja

Si hay una receta navideña con sello comarcal, esa es el cocido o caldo con pelotas de la Vega Baja. Es un guiso de invierno pensado para reunirse y comer despacio. Incluye caldo, garbanzos, verduras y carnes, y con las “pelotas” como elemento protagonista. En muchas mesas se asocia al día de Navidad. Su aporte es contundente, pero también muy completo, y admite pequeños ajustes sin perder identidad. Entre ellos están desgrasar el caldo en frío, aumentar la cantidad de verdura y controlar la presencia de grasas añadidas en la masa.

Receta: caldo con pelotas en versión familiar y más ligera.
Una base habitual parte de garbanzos remojados, pollo o carcasas para el caldo, un hueso para aportar sabor y verduras como apio, zanahoria, nabo y patata. Las pelotas se forman con carne picada, miga de pan, huevo, perejil y especias; en muchas casas se añaden piñones y un toque de hierbabuena. Para aligerar el conjunto sin “desnaturalizarlo”, conviene reducir la grasa en la masa y hacer pelotas de tamaño moderado. Además, cocerlas directamente en el caldo, sin rebozados ni frituras previas. Servido por vuelcos, un primer plato de caldo y un segundo plato con garbanzos y verdura permite repartir mejor el menú. Así, no se carga todo en un único plato.

Arroz con costra, tradición del sur de Alicante

En el sur de la provincia, especialmente en zonas vinculadas al campo de Elche y a la propia Vega Baja, el arroz con costra mantiene su lugar en comidas familiares. Es un arroz al horno coronado por huevo cuajado, festivo y saciante. Para una versión más equilibrada, suele bastar con ajustar el sofrito: menos embutido, más carne magra y un punto extra de verdura. Servido con una ensalada de hojas verdes y cítricos de temporada, el plato encaja mejor en un menú completo. Esto evita que la comida resulte tan pesada.

Asados de fiesta: cordero, cabrito y guarniciones que suman.
En Nochebuena o en comidas señaladas, el cordero o el cabrito al horno sigue siendo una elección frecuente. La diferencia entre un menú pesado y otro más amable suele estar en lo que rodea al asado: guarniciones de verdura asada, alcachofa cuando es temporada o una ensalada templada permiten mantener el plato principal. Esto evita que el conjunto se dispare. También influye el método: horno con su propio jugo, hierbas aromáticas y control del aceite, frente a salsas densas y frituras.

Dulces con sello alicantino y sobremesa más sensata

La Navidad alicantina se remata con turrón de Jijona y turrón duro, junto a polvorones y pastas. El consejo más útil no es “prohibir”, sino acotar: pequeñas porciones, alternadas con fruta o un lácteo natural, evitando tener el dulce disponible durante toda la tarde. Cuando la sobremesa se alarga, el picoteo continuo convierte el postre en una comida extra.

Cómo cerrar el día sin renunciar a la tradición

Una Navidad equilibrada no depende de un único plato, sino del conjunto de la jornada. Si la comida es copiosa, una cena ligera con verdura, caldo o fruta ayuda a compensar. Mantener agua a mano, moderar el alcohol y dar un paseo después de comer contribuye al bienestar durante varios días. Esto es especialmente importante cuando se encadenan celebraciones.