El incendio de Campanar ha traído la desgracia a multitud de vecinos que lo han perdido todo. Una tragedia que se ha saldado la vida de 10 personas, entre las que se encuentra una pareja joven con sus dos hijos, de 15 días y dos años de edad. La catástrofe pudo ser mayor de no haber intervenido Julián, el conserje del bloque de edificios que ya ha sido calificado como “héroe” por su trabajo “clave” en el desalojo de los afectados.
“Ayudé todo lo que estaba en mi mano, hasta lo que el humo me dejó”, ha compartido esta mañana Julián tras el minuto de silencio celebrado en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde el conserje ha recibido una calurosa ovación por parte del más de un centenar de vecinos valencianos que se ha congregado para llorar la pérdida de las 10 personas fallecidas en el incendio.
El portero de los edificios, en vez de huir ante el avance rápido de las llamas, fue llamando puerta por puerta, hasta que pudo, a todos los vecinos del complejo. Julián no sabe cuántos pisos subió, pero sí sabe que logró sacar a una señora de avanzada edad del edificio en llamas, y que también ayudó a otro vecino en sillas de ruedas. “Subía por la escalera, iba subiendo y avisando”, relata el portero, y señala que logró llegar hasta el piso 10 o 12.
En ese momento, los bomberos le pidieron que saliera, ya que “la cosa se puso peor” y empezaron a “caer panchas ardiendo”. Fue entonces cuando “pase mucho miedo”, señala el conserje.
La propia delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha asegurado que fue una persona “clave”, para evacuar a las personas del edificio.
