Ximo Puig ha visitado esta mañana la empresa de automoción Liux, ubicada en Santa Pola. En preguntas a medios, el president ha manifestado su sorpresa con respecto al proyecto, afirmando que ha quedado “impactado muy positivamente” con todo lo que los fundadores, Antonio Espinosa de los Monteros y David Sancho, le han mostrado a lo largo de su visita.
Puig considera que si se lograse el objetivo que Liux propone, que es conseguir el coche más sostenible del mundo, se trataría de un “éxito inconmesurable”, no solamente para ellos como empresa, sino para el resto de la Comunitat. Ha añadido que el “objetivo de que en el año 2024 se pueda empezar a producir” se trata de un dato “muy positivo”.
Defiende la necesidad de apoyar el proyecto, del que destaca la enorme dificultad que supone llevarlo a cabo, debido a los problemas serios de “adaptación” que existen en la transición automovilística, como la “descarbonización”, de la que manifiesta que se espera que la Comunidad tenga un papel relevante. El president considera que Liux tiene la “capacidad de penetrar en un mercado muy concreto” con una “comodidad y adaptabilidad muy sugerente”.
“Jugamos con proyectos muy grandes, como la gigafactoría o la electrificación de Ford, pero son muy importantes estas iniciativas de carácter propio, autónomo”, ha declarado Puig, que afirma que la Generalitat cooperará “en la medida de lo posible” con el proyecto. “Creo que es absolutamente necesario invertir en innovación y en el talento que existe en la Comunitat”, ha sostenido.
Puig ha manifestado su deseo que que llegue el final del verano “para poder ver este coche siendo ya una realidad”, del que resalta su “visión de acercarse a aquello que necesita la ciudadanía en estos momentos, las nuevas ciudades, la sostenibilidad”.
