Los profesionales que trabajan día a día en las prisiones tienen claras sus dos funciones básicas: la retención y custodia de aquellos que han cometido delitos, e intentar reinsertarlos en la sociedad. Pero la realidad es diferente, y es que “no tenemos herramientas. A día de hoy no se obliga a los presos a recibir tratamientos, a asistir a terapias, a comportarse bien… los internos son todo derechos, y cero obligaciones”, aseguran desde la Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios, Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).
En prisión cumple condena cualquier persona que comete un delito grave. Y si el juez determina que esa persona no era consciente de lo que hacía en el momento del delito, se impone una medida de seguridad. Así, los años de condena se cumplen en un psiquiátrico penitenciario. Únicamente hay dos en toda España. Uno en Sevilla, y otro en Alicante, en Fontcalent.
“Lo triste de todo es que se quiere ocultar la realidad. Pero en prisión hay violencia, hay drogas, agresiones entre internos, provocan incendios para atacar a funcionarios…” explican desde TAMPM.
Respecto a estos presos con enfermedades mentales, desde la Asociación cuentan que se trata de personas “muy violentas. Cuando intentas frenarlos o reducirlos, te atacan”. Además, en estos psiquiátricos penitenciarios hay un control exhaustivo para que tomen la medicación que necesitan. Lo hacen a través del método TDO (Tratamiento Directamente Observado). “El enfermero le da la medicación y tiene que observar que se la ha tomado”, explican.
Qué sucede cuando los presos salen en libertad
Hasta aquí, todo perfecto. Porque este tipo de enfermedades mentales graves “necesitan medicación sí o sí para convivir en paz con la gente”. De hecho, a través del Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales en centros penitenciarios (PAIEM), un equipo de psicólogos y médicos les dan charlas para que conozcan su enfermedad y sepan reconocer un brote psicótico.
“En prisión se controlan, el problema viene cuando salen en libertad”, afirman desde TAMPM. Y es que algunos presos, cuando salen en libertad, dejan de tomar la medicación. Los funcionarios de prisiones denuncian que, una vez salen de prisión, “no tengan ningún tipo de seguimiento”. Además, “hay familias que nos piden que no los dejemos salir, porque tienen pánico, porque los han visto cuando no se toman la medicación”, nos cuentan.
Un claro ejemplo es el de Noelia de Mingo, que asesinó a dos personas en Madrid y después de varios años en prisión, ha vuelto al psiquiátrico de la cárcel de Fontcalent tras la agresión múltiple en El Molar. Ya lo afirmaban desde TAMPM: “Son enfermedades que sin seguimiento, vuelve la situación de peligro que le llevó a cometer el anterior delito. Son impulsivos, agresivos, violentos… y no gestionan bien las situaciones”.
“Esto es lo que, desde las prisiones, echamos en falta. Que durante un tiempo haya seguimiento de esos internos, esas personas que han salido en libertad y vuelven a la sociedad. Pero que siguen teniendo el problema. porque una enfermedad mental se puede llegar a controlar con medicación psiquiátrica, pero tiene que haber un control“, añaden.
“Esta persona tendrá plena libertad, e irá a las inmediaciones de un colegio, a un bar… y puedes tener la mala suerte de cruzarte con él. Son un peligro”, explican desde la Asociación. Por otro lado, el Estado “tiene la obligación de salvaguardar la integridad física y vida de las personas. Los presos que tienen enfermedad mental, han solido cometer delitos muy graves, muy violentos (asesinatos, homicidios…), y una vez cumple su condena, lo pones en la calle sin ningún seguimiento”, afirman.
De ahí que estos trabajadores, que conviven con estos presos, piden hacer un seguimiento por parte de trabajadores sociales. “Porque sabemos que tenemos un león, y que está en libertad”.
Medallas a la Policía Nacional en la festividad de La Merced
Hoy, 24 de septiembre, se celebra la festividad de la Virgen de La Merced, patrona de los Cuerpos de Instituciones Penitenciarias. Pero para estos profesionales no hay nada que celebrar. Todo lo contrario. Siguen reivindicando la dejadez y abandono que sufren en las cárceles por parte de las administraciones.
De hecho, se han suspendido las celebraciones en el día de La Merced, teóricamente por motivos del Covid19. “Pero el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha decidido entregar en Valladolid, hoy, día de nuestra patrona, medallas a la Policía Nacional“, explican desde la Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios, Tu Abandono Me Puede Matar.
“Ha elegido el día de hoy, dándonos plantón a nosotros”, afirman. Por eso, funcionarios de prisiones han decidido salir a la calle y protestar al ministro “por el abandono en prisiones”. Además, “15 días después de las graves acusaciones que hizo la subdirectora de Villena, aún no sabemos nada. Ni hay detenciones”, aseguran desde TAMPM. “Queremos saber la verdad de lo que ocurrió, y parece que todo se guarda en secreto”, añaden.
