La tranquilidad de Bruselas se vio interrumpida por una serie de ataques que han dejado a la ciudad en un estado de shock y luto. Conocida por su papel central en la Unión Europea, la capital belga ahora enfrenta uno de sus momentos más oscuros.
Horas críticas en Bruselas
Alrededor de las 19.00 horas, cerca de la plaza Sainctelette, se escucharon disparos. Un individuo, armado con un fusil Kalashnikov, había abierto fuego contra la multitud. Las primeras víctimas, dos turistas suecos, se encontraban en la ciudad, posiblemente para el partido de fútbol entre Bélgica y Suecia. El atacante, fácilmente identificable por su casco blanco y chaleco reflectante, huyó del lugar en un ciclomotor.
Sin embargo, la ciudad no tuvo respiro. Un segundo ataque se confirmó poco después, con el mismo sospechoso dirigiendo su furia hacia una furgoneta. Videos en redes sociales mostraron a Slayem Slouma, el presunto atacante, proclamando su afiliación al Estado Islámico.
Las autoridades han respondido con rapidez, activando protocolos de emergencia y reforzando la seguridad en puntos clave. La fiscalía federal ha asumido la investigación, tratando ambos incidentes como actos de terrorismo. La respuesta internacional no se ha hecho esperar, con líderes de todo el mundo condenando los ataques y expresando su solidaridad con Bélgica. Mientras tanto, la ciudad se mantiene en vilo, esperando respuestas y buscando justicia.
