Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, han detenido a cinco miembros de un grupo itinerante muy activo. Se les considera presuntos responsables de diversos delitos de robo de cobre de nivel nacional, así como de delitos de robo con fuerza y daños.
Estaban especializados en la comisión de robos con fuerza mediante el método conocido como “butrón” en empresas de almacenaje y distribución de material eléctrico. Este método era aplicado en toda la geografía nacional, donde sustraían cable de cobre que después vendían en chatarrerías. Todos los bienes sustraídos han sido valorados en 567.471 euros.
La comisión de varios delitos de robo con fuerza ocurridos en diferentes puntos de la geografía nacional dio pie a la creación de un equipo conjunto de investigación. Este equipo estaba compuesto por diferentes unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, dada la magnitud geográfica de los hechos a investigar.
El mismo patrón delictivo en varias provincias
En este sentido, se venían investigando desde el pasado mes de marzo. La atención estaba en varios delitos cometidos con un mismo patrón delictivo que los investigadores reconocieron. Estos hechos sumaron hasta trece robos en diferentes puntos del país, principalmente en las provincias de Alicante, Albacete, Murcia y Valladolid.
La mecánica empleada en sus robos comenzaba con el alquiler de un vehículo de alta capacidad, tipo furgoneta, con la que se desplazaban. A menudo viajaban junto a vehículos particulares a la localidad donde iban a operar en cada situación. Su objetivo eran las empresas de almacenaje y distribución de material eléctrico ubicadas en zonas industriales.
Una vez establecido el foco sobre una o varias empresas del mismo sector, se procedía a realizar el denominado butrón. Este método les permitía acceder a las instalaciones y sustraer material de cobre.
Es característico que, en ocasiones, realizaban butrones en naves colindantes a la interesada. Esto les facilitaba la actividad ilegal, llegaban a realizar butrones hasta en dos naves para llegar hasta ella.
Una vez obtenido el botín, la misma noche del robo lo transportaban hasta empresas de recuperación y reciclado de otras provincias. Esto les ayudaba a evitar la detección de la venta del material robado en la provincia donde cometían el hecho. Incluso utilizaban vehículos lanzadera para desplazarse.
Hasta tres robos la misma noche
Así pues, los agentes de ambos cuerpos policiales llegaron hasta un entramado compuesto por al menos seis miembros. Estos, entre hombres y mujeres, tenían domicilios repartidos en varias provincias de España. Sin embargo, compartían como centro neurálgico la localidad alicantina de Novelda.
Dentro del grupo, cada miembro tenía una función claramente delimitada. Esto les permitía una gran coordinación en la comisión de los robos.
De hecho, su depurada coordinación les permitía realizar tres robos durante la misma noche. Conseguían botines que, en algún caso, se elevaban hasta los 246.744 euros en material de cobre sustraído de una empresa de Ibi. Estos, sumados a otros robos en Villena, La Cañada y Elche, ascendían a 380.000 euros.
Bobinas de cobre de hasta 8.000 kilos
Por lo que respecta al botín interesado por la organización, tenían el foco puesto en empresas de electricidad. En estas buscaban bobinas de cable de cobre recubierto de plástico.
Algunas de estas bobinas llegaban a pesar entre 6.000 y 8.000 kilos. Los autores las desmontaban y cortaban en trozos pequeños para facilitar su traslado hasta los vehículos que usaban.
Cabe destacar un hecho ocurrido en Valladolid. Aquí, debido al volumen del material de cobre sustraído, los investigados estuvieron tres noches seguidas “trabajando” para llevarse el cobre. Esto provocó un perjuicio económico a la empresa afectada de unos 150.000 euros aproximadamente.
Detenidos in fraganti
Una vez determinada la identidad de todos los implicados, los agentes involucrados en la investigación tuvieron conocimiento de un nuevo robo. Los implicados iban a emplear un vehículo de alquiler que ya tenían en su poder.
Por tal motivo, se aceleró la investigación. Se estableció un dispositivo de vigilancia en torno a los investigados, lo que resultó en la detención in fraganti de dos miembros del entramado. Ellos habían cometido un robo en la localidad murciana de Bullas y fueron interceptados con una furgoneta que contenía gran cantidad de cableado. Este procedía de una empresa de un polígono industrial de esta localidad.
Seguidamente, se llevaron a cabo detenciones de otros tres miembros del grupo criminal en la provincia de Alicante. Uno fue detenido en Aspe y otros dos en Novelda.
Segunda fase: responsables de chatarrerías detenidos
La investigación reveló que había dos empresas de recuperación y reciclado de metales en Leganés y en Numancia de La Sagra. Estas empresas actuaban, presuntamente, en connivencia con los autores de los robos. Compraban el cobre aun sabiendo que su cantidad era inusual y, por tanto, de clara procedencia ilícita. Así se enriquecían del producto robado por el grupo criminal investigado.
Debido a esto, se inició una segunda fase de la investigación enfocada a su detención. Se arrestaron dos personas más como responsables de dichas empresas. Ellos son presuntos autores de un delito de receptación, además de que se investigan a otras dos personas relacionadas.
Durante estos registros, se contó con el apoyo de una patrulla del SEPRONA de Illescas. Detectaron múltiples infracciones administrativas en las empresas investigadas.
La operación culminó con la detención de siete personas. Cinco como presuntos responsables de los delitos de robo con fuerza y daños. Las otras dos, por el delito de receptación. Además, se investigaron otras dos personas más, haciendo así un total de nueve los miembros implicados.
