Como si se tratara de una película de enredos, la política ilicitana ha vivido en las últimas horas un episodio tan confuso como significativo.
El viernes pasado, el concejal de Vox en Elche Samuel Ruiz presentó su renuncia al acta, una decisión que no trascendió hasta la noche del martes, cuando el equipo de gobierno registró la convocatoria de un pleno extraordinario para este viernes día 12 con el objetivo de formalizar su salida.
La convocatoria provocó el malestar del edil, que interpretó las “prisas” del PP como un intento de dejar sin efecto los acuerdos internos respecto al presupuesto municipal de 2025. Este miércoles por la mañana, Ruiz presentó un nuevo escrito solicitando revocar su renuncia, lo que obligó al alcalde Pablo Ruz a desconvocar el pleno.
La clave: el presupuesto municipal
Según fuentes consultadas y declaraciones del propio Ruiz, Vox quiere que las cuentas del próximo año reflejen su ideario político, especialmente en materia de gasto social, control administrativo y endeudamiento. El edil estaba ultimando el documento presupuestario antes de irse, convencido de que lo dejaría “cerrado” para evitar cambios posteriores.
Sin embargo, la convocatoria del pleno extraordinario le hizo sospechar que el PP podría modificar lo pactado. De ahí su reacción: “Hasta que no se apruebe el presupuesto que queremos, no me voy”, afirmó en declaraciones a Radio Elche.
Un trasfondo judicial que complica la situación
La marcha del edil había quedado vinculada a un procedimiento judicial abierto por un presunto delito de revelación de secretos y usurpación de identidad, derivado de una denuncia de exmilitantes de Vox relacionada con un supuesto regalo de bodas. Pese a ello, Ruiz había justificado inicialmente su renuncia por motivos profesionales relacionados con su actividad en el sector del calzado, una explicación que pierde coherencia tras su cambio de postura.
La maniobra recuerda a la marcha atrás protagonizada en su día por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un paralelismo mencionado incluso dentro de la formación.
Acusaciones cruzadas y malestar con el PP
En sus declaraciones, Ruiz ha culpado directamente al alcalde Pablo Ruz de la situación, acusándole de haber convocado el pleno “antes de tiempo”. Defiende que la formalización de su dimisión podría haberse realizado en el pleno de presupuestos del 19 de diciembre, y asegura que el movimiento del PP no fue consensuado con Vox: “El pleno no estaba consensuado con ningún compañero de Vox”, afirmó.
El edil deja entrever que su renuncia pudo haber sido utilizada como elemento de presión interna y que, en realidad, su intención era observar la deriva de las cuentas municipales antes de decidir si marcharse o continuar.
Vox, en plena fractura interna
El episodio ha puesto de relieve las tensiones existentes dentro de Vox en Elche. Ruiz mantenía discrepancias notorias con el PP, pero también dentro de su propio partido, especialmente con la portavoz Aurora Rodil. Esta crisis llega apenas seis meses después de la marcha del entonces edil de Pedanías, Raúl Sempere, cuya salida también se atribuyó a conflictos internos pese a justificarse públicamente por motivos laborales.
La sustituta prevista para Ruiz era Ana María Romero, asesora del grupo municipal y farmacéutica, muy próxima a Rodil. Su posible llegada al pleno queda ahora en el aire.
Un conflicto político que puede afectar al gobierno local
El pulso de Ruiz llega en un momento sensible para el gobierno de PP y Vox, con los presupuestos de 2025 en el centro de la negociación y con la oposición —especialmente el PSOE— señalando a Ruz como un alcalde “gastaoret”.
El edil ha puesto objeciones al incremento del endeudamiento, a la fiscalización de las ayudas sociales, al recorte en cooperación, al control del padrón y a la creación de una oficina antiokupa, cuestiones que han tensado aún más las relaciones dentro del ejecutivo local.
El desenlace sigue abierto y deja un interrogante claro:
¿se convertirá Samuel Ruiz en un concejal debilitado o en un problema constante para el gobierno municipal?
