En 1897 el estado español transfiere a la Generalitat Valenciana los ferrocarriles de vía estrecha existentes dentro de su territorio, entre ellos el viejo “Trenet de la Marina” de 100 km desde la estación de La Marina en Alicante hasta Dénia; además de varias líneas en Valencia, que venían siendo explotados por FEVE (ffcc de vía estrecha).
Este cambio requiere que la Generalitat Valenciana cree un ente público que se ocupe de estos ferrocarriles (F.G.V.) y necesita contratar personal especializado para continuar con la explotación. Se convocan nuevas plazas para Valencia y la plaza de delegado para Alicante. Soy seleccionado para la dirección del ferrocarril de Alicante (Trenet de la Marina), como delegado de FGV en alicante (1987).
Hice mis estudios de ingeniería técnica en la Universidad de Valencia y de Economía en la UNED. Empecé a trabajar en la empresa ferroviaria COMSA, con sede en Valencia donde realicé todas las actividades de estudios, proyectos, construcción y explotación de ferrocarriles por toda España durante 17 años.
Además en este periodo realizo varios estudios de investigación ferroviaria: sobre accidentes becado por Mapfre, sobre ingeniería de suelos, sobre balasto por Renfe, sobre maquinaria pesada de vía, etc.
12 Ayuntamientos reclamaban el cierre del Trenet
De entre 17 técnicos que se presentan soy seleccionado por la Generalitat como delegado de alicante y me vine a vivir a esta bella ciudad. El entonces primer gerente de FGV D. Jose María del Rivero Zardoya me advierte que debido al ruinoso estado de conservación, alta accidentalidad y arrollamientos, escasa demanda de viajeros, y ruina de las instalaciones, los ayuntamientos de Alicante hasta Dénia (Alicante, El Campello, La Vila Joiosa, Benidorm, L’Alfàs del Pi, Altea, Calpe, Benissa, Teulada, Gata y Dénia, 12 en total) están pidiendo desde hace tiempo su cierre. Y también los políticos de la época y el público en general. Pero que hay que esperar el momento estratégico para cerrarlo sin crear un conflicto sindical ni político, quizás aprovechando unas elecciones.
El Trenet de la Marina tenía por entonces una plantilla de 129 personas entre maquinistas, jefes de estación, obreros, talleres, comercial, oficinas, etc. Al hacerme cargo no les revelé esta consigna o compromiso de cierre popular. Mi experiencia me hizo pensar que con esfuerzo y con un nuevo sistema de trabajo, movilizando todos los recursos, ese tiempo de espera hasta el potencial cierre del ferrocarril, podríamos intentar cambiar tal estado de cosas, mejorar los resultados, de tal manera que ya nadie se atreviera a cerrarlo.
y “tuve un sueño”. Este fue un sueño que les prometí a los 128 ferroviarios de la plantilla para motivarlos e ilusionarlos. Y calculamos que contaríamos con un tiempo estratégico de unos 8 -9 años, si nos dejaban trabajar y organizar los procesos de trabajo y prioridades del ferrocarril, podríamos ser capaces durante ese tiempo de espera de cambiar completamente la imagen y los resultados de la empresa, quizás en cuatro o cinco años podríamos conseguir cambiar los resultados, de manera que la Conselleria no viera adecuado su cierre poniendo difícil tomar la decisión política de cierre del ferrocarril.
Preparé un organigrama de trabajo, cree una serie de equipos de trabajo por objetivos, con los mínimos recursos económicos (por entonces se empezaba a construir el metro de Valencia y sería un mal momento, pero habría que intentarlo). Visité a todos los alcaldes y técnicos municipales para involucrarlos y hacer una amplia y exhaustiva relación de los problemas de cada municipio y posibles soluciones. La respuesta de todos, excepto Alicante, fue espectacular.
TRAM, referente europeo en menos de una década
En menos de tres años se empezaron a percibir grandes cambios, habíamos cerrado más de 100 pasos a nivel, adecuamos las estaciones y apeaderos, mejoramos la vía con material de segundo uso, y muchas otras decisiones estratégicas como limpieza, aire acondicionado en los trenes, seguridad, etc. (disminuyeron los accidentes, diseñamos procedimientos de trabajo con nuevas herramientas, impartimos cursos de formación al personal, etc., etc y nos atrevimos a poner en marcha nuevos productos comerciales, pioneros en el mundo para una línea ferroviaria, como el Trensnochador, nuevo Limón Exprés, tren cultural, arqueológico, etc. Firmamos convenios con las escuelas, Diputación, tercera edad, y convenios con los centros de ocio cercanos al ferrocarril, incentivando los billetes del tren para que resultara apetecible frente al viaje en moto o coches particulares.
Implantamos un billete turístico muy atractivo para los turistas que se vendían en las oficinas de turismo y hoteles. Y empezamos a multiplicar los viajeros, disminuir accidentes de la juventud en la noche, en la carretera y en los pasos a nivel, y a dar un servicio más adecuado y más seguro a la gente joven por la Costa Blanca, la prensa la opinión publica se puso de nuestro lado. Muchas de las obras necesarias fueron financiadas por entidades privadas y derivó en importantes apoyos de mano de obra y recursos de los ayuntamientos para el ferrocarril, exclusivamente en Alicante que dieron grandes resultados.
Los resultados fueron tan espectaculares que empezaron a venir comisiones técnicas de otros lugares, extranjeros y españoles a copiar nuestro modelo de trabajo. Nuestro sueño se estaba cumpliendo. FGV y la Conselleria también empezó a asignarnos presupuestos anuales extraordinarios y empezaron a cambiar las cosas.
Luego llegaron las elecciones de 1995 cuyos nuevos políticos empezaron a ver difícil tomar la decisión del cierre hasta que en 1998 llegó el milagro cuando es elegido conseller D. José Ramón García Antón (conseller de San Vicente) y D. Vicente Dómine Redondo (director general de Transportes) ambos expertos ingenieros, vieron que era una oportunidad apostar por la modernización. Y declararon apostar definitivamente por alejar el fantasma del cierre de la línea, la oportunidad de crear un proyecto novedoso e imaginativo único en España para que Alicante resolviera sus problemas de tráfico y turismo, siempre integrando y modernizando la vieja línea del trenet y mejorando la movilidad en la Costa Blanca. Y decidieron implantar el actual metropolitano de Alicante, el TRAM. Y empezaron los proyectos obras pruebas piloto, etc.
‘Contra todo pronóstico, en el periodo de diez años se había salvado este histórico ferrocarril’
Contra todo pronóstico en el periodo de diez años se había salvado este histórico ferrocarril y se empezó a implantar el primer sistema metropolitano ferroviario de transporte de viajeros. Desde entonces se empezaron a producir un sinfín de visitas de técnicos extranjeros: Reino Unido, Noruega, Italia, Turquía, Alemania, etc. Para copiar esta importante obra de ingeniería, producto de un novedoso sistema de explotación.
Agradezco al presidente de la Generalitat D. Carlos Mazón, y a la Conselleria de Obras Públicas, a D. Vicente Dómine, a don Manuel Ríos y a FGV que me otorgaran un premio en el XX aniversario de la creación del TRAM, el pasado 18 de septiembre de 2023, porque ha venido a recordar a la sociedad una época apasionante de trabajo compartido que permitió recuperar este entrañable ferrocarril y olvidarse de su cierre.
Un logro que hago extensivo a los alcaldes y técnicos municipales de la época, Diputación, tercera edad, escolares, chiringuitos de ocio del ferrocarril, sindicatos y compañeros e instituciones colaboradoras, medios de comunicación y sociedad alicantina en general, un logro de todos.
