Nueva medida en favor de la protección de las calas y playas de Alicante. El ayuntamiento de Xàbia ha decidido cerrar al tráfico las calles próximas a la cala Granadella para evitar la “invasión” de coches en la zona. Hace unos meses en Poble Nou de Benitatxell acordaron una tasa de 12 euros para acceder con vehículo propio a la Cala Moraig. Y desde la oposición del ayuntamiento de Alicante se propuso limitar el número de turistas diarios en Tabarca. Todo medidas que buscan, o al menos lo intentan, paliar los efectos de la masificación en el ecosistema de nuestras calas.
Desde COAMCV, El Colegio Profesional de Ciencias Ambientales de la Comunitat Valenciana, aseguran que la necesidad de tomar estas medidas llega cuando se llevan a cabo “actos en contra del entorno” y creen que es necesario “reconocer el paraje” que queremos disfrutar y hacerlo con “conciencia medioambiental”.
En cierta manera consideran que no es justo “prohibir por prohibir” pero que “se han de establecer ciertos límites”. “Hay que habilitar zonas específicas para aparcar los vehículos” ya que tienen “un impacto en el ecosistema, no solo de la playa, sino de nuestro bosque mediterráneo.”
“La masificación de las calas tiene un impacto ambiental negativo directo, sin ser algo tangible de un día para otro, llegará”
“Si todos queremos conservar este entorno, tenemos que ser responsables y tenemos que ser conscientes de que no todos a la vez podemos estar en estas playas que son paradisíacas” afirman desde el Colegio de Ambientólogos.
Además, los profesionales de la Comunitat Valenciana defienden que “la calidad de las aguas de nuestras playas y la calidad de nuestras costas se ha ido deteriorando desde el boom del turismo”, algo visible en cada cala, llena de “cientos de plásticos, de basuras y de latas fruto de una mala gestión por parte del usuario”.
Desde COAMCV afirman que “simplemente hay que limitar y controlar los accesos” en línea con las últimas medidas tomadas en la Granadella y en la cala Moraig.
