AntalGenics, compañía dedicada a la neurobiología sensorial con aplicaciones farmacéuticas y dermocosméticas, acaba de cerrar una ronda de financiación de 807.000 euros con más de 300 inversores para lanzar un neurofármaco que actúa sobre el escozor crónico de la psoriasis.
Esta enfermedad crónica de la piel afecta a entre el 3 y 5 por ciento de la población mundial, alrededor de 200 millones de personas. De ellos, el 85% padece picazón crónica y casi la mitad dice no sentir alivio con los tratamientos actuales, aproximadamente 48 millones, que sería su mercado objetivo.
La ronda se ha desarrollado a través de la plataforma de equity crowdfunding Capital Cell y se destinará a finalizar los ensayos clínicos con voluntarios de la fase I y IIa del neurofármaco AG1529 que estiman realizar en 2023.
El objetivo es “licenciar el producto al mercado farmacéutico finalizada esa fase IIa para poder completar su desarrollo clínico”, según ha explicado Philipp Tsolakis, CEO de la compañía. Licenciar el producto “es algo estándar en el sector farma”, según la Dra. Isabel Devesa, directora científica, por lo que podría estar en el mercado “en unos cinco años desde que lo coja una gran empresa, dependiendo de su capacidad de desarrollo”.
Entre los inversores del proyecto están Antonio Ferrer, director del Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche e impulsor del proyecto, Antonio Parente, empresario del sector, el fondo de inversión Inveready y Vincle Capital. Este último es un club de inversión en start-ups y spin-offs en fase semilla y pre-semilla, promovido desde el parque científico de la UMH. El ticket mínimo salía por 500 euros.
La valoración efectuada por AntalGenics de la compañía es de 6 millones de euros, en función de otras compañías similares de biotecnología comparables del sector de la dermatología que han superado las fases clínicas I y IIa. “Se espera que el valor en 2025 aumente aproximadamente a 100 millones de euros, asumiendo resultados positivos de las fases clínicas I y IIa, multiplicando por 14 el retorno de la inversión de los accionistas”, refleja en uno de los documentos elaborados para la ronda.
A su favor la empresa cuenta con otro producto, Calmapsin, lanzado hace un año, cuyo principio activo también actúa a nivel neuronal. De hecho, según Devesa, la empresa nació con una línea de investigación para el sector farma – el de esta ronda- y otra de dermocosmética, porque se desarrolla antes y puede ir antes al mercado.
Spin-off de la UMH
AntalGenics está impulsada por los profesores e investigadores del Idibe, Asia Fernández, Gregorio Fernández y Antonio Ferrer, que también preside la compañía.
Desde su creación en 2015 ha recibido más de 3,5 millones de euros en financiación pública y privada para el desarrollo de su tratamiento, según la información difundida por el parque científico de la UMH.
El neurofármaco que están desarrollando actúa sobre el origen neuronal del picor psoriásico con resultados preclínicos positivos. Es un análogo a la capsaicina, una sustancia activa que permite atenuar el prurito y la inflamación, pero sin los efectos secundarios que produce en algunos pacientes.
El equipo de investigadores de AntalGenics es reconocido por sus publicaciones en neurobiología sensorial y en el desarrollo de moléculas bioactivas para el tratamiento de patologías cutáneas o caracterizadas por dolores crónicos.
La empresa fue galardonada recientemente por el grupo farmacéutico Insud Pharma en la quinta edición del programa Chemostart que organiza esta entidad para reconocer e impulsar a compañías que diseñen proyectos innovadores en el campo de la salud y la atención médica.
La startup emplea a un equipo de diez personas, de las que nueve son mujeres.
