Ainhoa Arteta no está pasando un buen momento. A su divorcio con Matías Urrea y el cólico nefrítico que la llevó a tener que estar ingresada en el hospital durante casi un mes por una sepsis, ahora se acaba de saber que la soprano sufrió a finales de agosto un infarto con complicaciones que han llevado a los médicos a tener que amputarle varios dedos de sus manos, según avanza la revista ‘Semana’.
A consecuencia de esta parada cardíaca de larga duración que casi le cuesta la vida, las extremidades de la cantante acabaron necrosándose, por lo cual los médicos no tuvieron otra opción. Su salud es todavía muy delicada, pero despacio se recupera.
Sea cual sea, no es el único problema de salud que ha sufrido Ainhoa Arteta en los últimos meses. Al infarto se une su ingreso en el hospital Virgen de Rocío, a Sevilla, por una infección renal que acabó en sepsis. A causa de su delicado diagnóstico, los médicos derivaron a Ainhoa Arteta a la UCI, donde permaneció 10 días bajo la supervisión constante de los especialistas.
Fue el lunes 2 de agosto cuando la de Tolosa salió de la unidad de cuidados intensivos y pasó a planta. Allí estuvo hasta el 25 de agosto, cuando recibió el alta. A pesar de que al principio su estado de salud era catalogado como “grave“, con el paso de los días, la soprano evolucionó favorablemente.
“Muchas gracias por todos los mensajes de apoyo que estoy recibiendo. Vuestro inmenso afecto y el de mi familia me están dando fuerzas para poder estar recuperada lo antes posible. Con muchas ganas de continuar compartiendo momentos inolvidables. Cuidaros mucho!!!”, posteó después de recibir el alta hospitalaria.
