La asociación Tu Abandono Me Puede Matar – TAMPM informa que funcionarios de la prisión alicantina de Villena se han concentrado a modo de repulsa tras el asesinato de la hija de unos compañeros de la prisión de Albolote en Granada.
El presunto asesino ha sido trasladado a la prisión donde trabajan los padres de la víctima
El motivo de la concentración es que el presunto asesino ha sido trasladado al complejo penitenciario donde trabajan los padres de la víctima, que perdió la vida a apuñaladas el pasado viernes 5 de febrero, a manos del hijo del dueño del negocio donde trabajaba.
Los padres de Ana Elena son dos trabajadores muy queridos en la prisión granadina de Albolote; la madre es psiquiatra y el padre fue jefe de servicios, aunque ahora está en segunda actividad realizando funciones de inserción social, por lo que ambos tienen contacto estrecho con los internos. De ahí, lo más preocupante.
¿Tendrán ahora los padres que tratar con quien le quitó la vida a su amada hija?
Es inconcebible que al dolor de la pérdida de una hija de esta manera tan salvaje y cruel, se le suma que tras decretar el Juez de Instrucción Auto de Prisión Preventiva al presunto autor, este haya sido trasladado al mismo centro penitenciario donde ellos trabajan.
“Lo lógico hubiera sido trasladarlo a otra prisión de una provincia limítrofe”, apuntan desde TAMPM.
¿Qué pensarán estos padres al saber que el asesino de su hija está en las mismas instalaciones donde trabajan ellos, y que además serán muchos de sus compañeros quienes tengan que lidiar con este asesino, dejando la rabia y el dolor que sienten a un lado?, exponen los funcionarios.
No cabe duda y tal y como explican, el trabajo de un funcionario de prisiones está sometido a enfrentarse a duras situaciones, que conllevan fuertes contrastes emocionales y donde se les exige
un alto grado de profesionalidad en momentos tan adversos.
Por ello, sus compañeros de prisiones se han concentrado en señal de protesta y como medida de apoyo a la familia y amigos de Ana Elena. Además, han rendido un emotivo homenaje a la víctima, uniéndose de manera espontánea, cumpliendo siempre con las debidas medidas de seguridad sanitarias y aprovechando un momento de descanso en su jornada laboral. Han dedicado un minuto de silencio, que ha acabado en un aplauso de cariño y afecto, ante esta injusta y tremenda pérdida.
