El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha mantenido una reunión con los alcaldes de los municipios alicantinos de la Vega Baja para evaluar los daños causados por el temporal e impulsar la recuperación de la zona, que se centrará primero en la atención «a aquellas personas que se encuentran en peor situación y se han quedado sin lo básico».
Así lo ha garantizado tras el encuentro celebrado en Dolores (Alicante), donde ha destacado el esfuerzo del Gobierno valenciano y de los ayuntamientos de las localidades afectadas por tratar de alcanzar «la normalidad definitiva en el menor tiempo posible».
«Muchos alcaldes han planteado cuestiones sobre infraestructuras que se han taponado y sobre el desarrollo de la relación con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS)», ha explicado, para asegurar todos esos asuntos tendrán una consideración «importante» y tendrán un seguimiento en los próximos años.
Puig ha recordado que la Generalitat ubicará una oficina comarcal de gestión y atención a los damnificados y puntos de atención en otros municipios afectados, con el objetivo de «dar una solución a estas urgencias básicas». El Consell trabajará con personal técnico «para que en estos primeros 15 días las familias puedan recibir las primeras ayudas».
A esta primera reunión le sucederán «una sucesión de contactos» con los ayuntamientos de la comarca. Paralelamente, la Generalitat ha aprobado este viernes tanto un primer decreto que atiende a las urgencias de las personas y que facilitará hasta 4.500 euros por vivienda, como otro texto destinado a que los consistorios puedan actuar sobre aquello que es más urgente.
El Consell también ha dado luz verde este viernes a un «acuerdo global» para solicitar al Gobierno la declaración de zona afectada por una emergencia, además de disponer del marco general de respuesta a la catástrofe que contempla «cuestiones muy importantes relacionadas con el empleo, el mundo agrario, las políticas de reparación industrial y las infraestructuras».


