16.1 C
Alicante
martes, diciembre 30, 2025

Un sensor químico de la UPV permite identificar escopolamina de forma inmediata

La tecnología, basada en una reacción fluorescente, facilita la detección de esta droga asociada a la sumisión química

Investigadores de la Universitat Politècnica de València han logrado desarrollar un innovador sensor químico capaz de detectar la presencia de escopolamina de manera casi inmediata, una sustancia frecuentemente vinculada a delitos de sumisión química. El sistema confirma la presencia de la droga en menos de cinco minutos y destaca por su alta sensibilidad y facilidad de uso.

El trabajo ha sido coordinado desde el Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) y ha dado lugar tanto a una publicación científica internacional como a una patente. Esto refuerza su potencial aplicación práctica.

Un diseño molecular de alta precisión

El sensor se apoya en una compleja arquitectura química conocida como caja molecular, diseñada para reconocer de forma selectiva la escopolamina. Según explica Giovanni Montà-González, esta disposición es clave para que el sistema pueda detectar cantidades mínimas de la sustancia con gran fiabilidad.

Cuando la droga es capturada por el sensor, se produce una reacción que libera una molécula fluorescente, generando una señal luminosa claramente visible. “Este mecanismo permite identificar rápidamente una sustancia sospechosa sin procedimientos analíticos complejos”, apunta el investigador.

Aplicaciones en prevención y análisis forense

La detección de escopolamina resulta especialmente complicada cuando se encuentra disuelta en líquidos. En este sentido, Cristian Vicent destaca que el uso de técnicas avanzadas de espectrometría de masas ha permitido comprender en detalle el proceso de captura y reconocimiento de la droga. Esto optimiza la fiabilidad del sistema.

Por su parte, Eva Garrido y Estela Climent señalan que el equipo trabaja ya en un dispositivo integrado. Este dispositivo permitirá aplicar el sensor en bebidas, saliva, orina y otros entornos. Así, se amplía su uso potencial tanto en prevención como tras una posible agresión.

Un proyecto con respaldo institucional

En el desarrollo del sensor han participado también el CIBER-BBN, unidades mixtas de investigación de la UPV con el Centro de Investigación Príncipe Felipe y el IIS La Fe. Asimismo, contó con la colaboración científica de la Universitat Jaume I.

El equipo investigador continúa trabajando en sensores similares orientados a la detección de otras drogas ilícitas. El objetivo es reforzar las herramientas disponibles frente a delitos de sumisión química.