La Guardia Civil ha inmovilizado 112,33 kilogramos de gamba roja en Santa Pola, que habían sido pescados, almacenados y comercializados de forma irregular. Esta acción se realizó tras una actuación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Elche.
Los hechos se produjeron el pasado 5 de diciembre. Fue cuando agentes de la Guardia Civil realizaban inspecciones en las inmediaciones del puerto de Santa Pola. Detectaron a dos personas adquiriendo producto en un almacén no autorizado situado en el casco urbano. Ante las irregularidades, los agentes llevaron a cabo una inspección exhaustiva del local.
Durante la actuación se comprobó que el propietario del almacén, un hombre español de 49 años, era también responsable de un buque pesquero. Almacenaba una importante cantidad de gamba roja fresca y congelada, que no cumplía la normativa vigente para su correcta comercialización.
Falta de trazabilidad y venta fuera de lonja
Según ha detallado la Guardia Civil, el producto intervenido no había sido presentado a primera venta en lonja. Tampoco constaba en el diario de a bordo, carecía de etiquetado y no disponía de trazabilidad. Además de incumplir distintos requisitos de control ambiental y sanitario, el responsable tampoco pudo acreditar disponer de autorización para el almacenamiento de este tipo de productos pesqueros.
Como consecuencia de estas infracciones, se han iniciado varios expedientes sancionadores. Estos han sido remitidos a la Sección de Pesca Marítima de la Conselleria, al Área de Salud Pública y al Ayuntamiento de Santa Pola.
El total de 112 kilogramos de gamba roja ha quedado inmovilizado y a disposición de las autoridades competentes. Esto es para evitar su entrada en el circuito de consumo.
Llamamiento a la precaución en Navidad
Desde la Guardia Civil recuerdan que durante las festividades navideñas aumenta el comercio de determinados productos de alto valor, como el marisco. Recomiendan a los consumidores extremar la precaución, comprobar el etiquetado, las condiciones de conservación y las fechas de consumo. Además, sugieren adquirir productos en establecimientos habituales o de confianza.
Asimismo, alertan de que puestos improvisados o precios excesivamente bajos pueden esconder irregularidades que ponen en riesgo la salud pública.


