El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha afirmado que el Consell tiene como objetivo «alcanzar la soberanía energética de la Comunitat Valenciana para el año 2035″, aunque ha advertido que el cierre de la central nuclear de Cofrentes retrasaría este objetivo «en 25 años».
Mazón hizo estas declaraciones durante la presentación de la Estrategia Energética, destacando que la Comunitat Valenciana ya cuenta con una «política energética práctica, alejada de los extremos y centrada en el pragmatismo».
El president subrayó que esta Estrategia es la hoja de ruta «para lograr ese objetivo, ya que disponemos de las condiciones, la tecnología y la voluntad política necesarias para llevarla a cabo», a la vez que resaltó el papel crucial de la energía en «la recuperación de las zonas afectadas por las riadas y el impulso de la Comunitat Valenciana».
Mazón explicó que el modelo energético del Ejecutivo valenciano incluirá una combinación de fuentes renovables, como la solar, eólica e hidrógeno verde, junto con fuentes convencionales como la energía nuclear, para «reforzar nuestro sistema eléctrico y ganar en soberanía energética, sin depender del exterior como lo hacemos con otros recursos estratégicos como el agua».
El president recordó que actualmente, la Comunitat Valenciana importa más del 40% de la energía que consume, lo que la convierte en una región «especialmente vulnerable y limita su capacidad para atraer inversiones, mantener la competitividad de las empresas y generar empleo».
Mazón insistió en que la transición energética «no puede llevarse a cabo si se cierra la central de Cofrentes en 2030», por lo que pidió al Gobierno de España que otorgue a esta central el mismo trato que la central nuclear de Almaraz en Extremadura, permitiendo la tramitación de una prórroga si la propiedad de la planta así lo solicita, ya que «no se puede hacer una transición energética pragmática y sensata con una mano atada a la espalda».
También criticó que el Gobierno de España no haya desarrollado el almacenamiento energético mediante leyes claras y calificó de «inmoral» que el precio de la luz dependa de decisiones políticas del Ejecutivo central y de un «ambientalismo mal entendido y peor ejecutado».
Mazón destacó que si la central de Cofrentes se cerrase, la dependencia energética de la Comunitat Valenciana aumentaría del 43% actual al 73%, lo que pondría en riesgo la competitividad de más de 12.000 empresas industriales que dependen del suministro eléctrico, las cuales generan 184.000 empleos directos y 235.000 indirectos.

Reducción de plazos y facilitación de trámites
Durante su intervención, Mazón anunció la puesta en marcha de un procedimiento para que asociaciones, colegios profesionales y entidades interesadas puedan acreditarse como entidades colaboradoras en el ámbito de la autorización de instalaciones de energías renovables, lo que «ahorrará más de un año en el proceso«. Además, adelantó que esta medida se extenderá también a las autorizaciones de líneas eléctricas y subestaciones.
El presidente explicó que la Estrategia Energética contempla una reforma normativa para autorizar instalaciones de producción, transporte y distribución de energía, lo que reducirá significativamente el plazo de tramitación de tres a cinco años, hasta un máximo de seis meses.
También comentó que se está modificando la legislación para que la construcción de instalaciones más resistentes a emergencias, como las provocadas por las riadas, se realice en meses y no en años como ocurre actualmente.
Una estrategia desde el primer día
Mazón afirmó que el Consell seguirá con la reducción de la burocracia iniciada con el Decreto Ley de Simplificación Administrativa para facilitar la inversión, una medida que permitió acortar plazos, eliminar obstáculos y agilizar trámites. Esta actuación ha posibilitado autorizar 74 instalaciones energéticas con una potencia superior a los 1.500 megavatios en menos de un año, además de avanzar en la resolución de unos 20.000 expedientes heredados.
El president destacó que esta Estrategia permitirá recuperar el tiempo perdido durante los ocho años del Botànic, período en el que solo se instaló el 8% de la potencia en energías renovables fijada por la Unión Europea.
En términos comparativos, entre 2018 y 2023, la Comunitat Valenciana instaló únicamente 100 megavatios de energía fotovoltaica, frente a los 5.994 de Extremadura, 5.349 de Castilla-La Mancha, 4.715 de Andalucía y 2.245 de Aragón.
Mazón subrayó que la Generalitat está resolviendo esta situación porque «necesitamos garantizar energía limpia, barata y constante para los proyectos de inversión que generen empleos de calidad, lo que también redundará en una mayor calidad de vida y mejores servicios públicos».
Condiciones óptimas y compromiso con la transición energética
El president destacó las condiciones óptimas del territorio valenciano para la generación de energía renovable y la capacidad de su sector empresarial energético, lo que permitirá a la Comunitat Valenciana liderar la transición energética.
En este sentido, mencionó la inversión de 10.000 millones de euros comprometida en el territorio, asegurando que «si garantizamos una energía segura y competitiva, no solo aseguramos estas inversiones, sino que atraeremos aún más».
Ejes de la Estrategia
La Estrategia Energética de la Comunitat Valenciana incluye 14 ejes que abarcan toda la cadena del sistema energético de manera coherente con los objetivos nacionales y europeos. Los principales ejes de esta estrategia son: simplificación administrativa, energía solar fotovoltaica, energía eólica, biogás, biomasa, hidrógeno verde, almacenamiento energético, redes eléctricas de transporte y distribución, cogeneración, vehículo eléctrico, certificados de eficiencia energética, ahorro energético en sectores productivos, captura de CO2 y energía nuclear.
Para cada uno de estos ejes, la Estrategia contempla una serie de actuaciones, algunas de las cuales ya están en fases avanzadas, como la actualización del Plan Eólico, el Plan de la Biomasa o el Plan del Vehículo Eléctrico.


