El Colegio Profesional de Técnicos Superiores Sanitarios de la Comunidad Valenciana ha anunciado que se suma a una huelga nacional de 48 horas para los días 2 y 3 de junio. La movilización está convocada por una decena de entidades profesionales que representan al colectivo en todo el país y afectará a diversos servicios. Entre ellos, análisis clínicos, pruebas de imagen o medicina nuclear. La medida, que se aplicará en centros de salud y hospitales, tanto públicos como privados, pretende denunciar la falta de reconocimiento profesional y educativo del colectivo.
La convocatoria abarca a todos los Técnicos Superiores y Especialistas Sanitarios que ejercen sus funciones en instituciones públicas y privadas a nivel estatal, incluidos servicios de salud, ministerios y centros de investigación. Los sectores afectados serán, entre otros, los laboratorios de análisis clínicos y microbiología, los servicios de radiología y anatomía patológica, la radioterapia oncológica, y los técnicos de salud pública, dietética y documentación sanitaria.
La huelga afecta a análisis de sangre, orina, citodiagnóstico, pruebas de imagen,…
Juan Felipe Rodríguez, presidente del Colegio Profesional en la Comunidad Valenciana, señala que «van a estar afectados los servicios centrales, es decir, análisis clínicos -de sangre y orina-, microbiología, radiología, anatomía patológica, radioterapia… seguramente pediremos que ahí no haya mínimos, dado que es de afectación oncológica». El presidente pide disculpas anticipadas a los ciudadanos y lamenta que llevan desde 2022 con manifestaciones y concentraciones desatendidas. Añade que si no se atienden unas reivindicaciones que vienen de largo, no descartan que «después del verano nos vayamos a una huelga indefinida».
En cuanto a la atención, si bien todavía no se han establecido los servicios mínimos durante la huelga, se garantizarán los servicios urgentes. Estarían incluidas las intervenciones quirúrgicas de emergencia y las pruebas diagnósticas consideradas prioritarias. «Todo lo que sea urgente va a ser atendido», asegura Rodríguez. Sin embargo, las pruebas programadas y rutinarias como análisis de sangre, orina, ecografías, radiografías o resonancias magnéticas no urgentes podrán ser aplazadas, informando previamente a los pacientes. Sobre la radioterapia oncológica, un área especialmente sensible, explica que «son personas con enfermedades muy graves y es posible que cedamos».
Este parón también podría afectar a los análisis de sangre programados en los centros de salud porque algunas muestras se pueden guardar después de centrifugadas, pero otras no.
40 años reclamando reconocimiento profesional y adecuación formativa
La huelga persigue el reconocimiento profesional y la normalización educativa de los Técnicos Superiores Sanitarios. Este colectivo lleva más de 40 años reclamando su adecuación a la ley y una mejora en su estatus laboral y formativo. Reclaman que sus titulaciones de Formación Profesional de grado superior se transformen en titulaciones de Grado Universitario, en cumplimiento con la disposición transitoria tercera de la Ley 44/2003, que regula las profesiones sanitarias y su adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior.
Al objeto de explicar la necesidad de implantar los grados universitarios que respondan a la complejidad de las profesiones de técnicos superiores sanitarios, Rodríguez lo ejemplifica con la situación de los técnicos de radiodiagnosis. «Para saber manejar bien resonancia magnética, un técnico de rayos, debe dedicar siete meses mínimo solo en estudiar esa parte de la radiología. Entonces, ¿cómo haces dos años de FP para un título total de radiología? Es absurdo».
El colectivo reclama un solo grado en Imagen y Radioterapia, tal como sucede en otros países europeos. Y también unificar los títulos para Laboratorio clínico y biomédico y Anatomía patológica e Histología.
Otro de los motivos de esta huelga es reclamar la aplicación del artículo 76 del Estatuto Básico del Empleado Público. Este establece una clasificación profesional, que aún no se ha implementado para su colectivo desde 2007. También demandan el reconocimiento oficial universitario para sus profesiones, la creación de formación especializada avanzada, la unificación jerárquica bajo la dirección médica y que no se implante la figura del “administrativo sanitario” del Plan de Acción de Atención Primaria, por ser incompatible con los técnicos en documentación y administración sanitaria.
Rodríguez explica que «el Estatuto Básico del Empleado Público, que salió en 2007, establecía que nosotros deberíamos figurar en un nuevo grupo B, un grupo para técnicos superiores con un sueldo un poco más alto, unos 220 euros más, que además ha sido presupuestado desde 2008 hasta ahora, y todavía no se ha aplicado».
Alta capacitación
Sobre la complejidad de su trabajo, recuerda que «nosotros estudiamos dos años después del bachiller, o sea, somos educación superior y además reconocido que lo somos». Trabajan con tecnología avanzada y validan resultados para los médicos, usando incluso algoritmos con inteligencia artificial para corregir diagnósticos.
«El Ministerio no quiere reconocer que somos una profesión sanitaria titulada y regulada, a estas alturas. No quiere reconocer que hay gente que está en un banco de sangre, cruzando bolsas de sangre, que están mirando a microscopio células, en el caso de anatomía patológica para separar lo que son un screening, que se llama, que es separar las células tumorales benignas de las malignas. Gente que está aplicando radiaciones ionizantes a los pacientes. Es decir, que está manejando aparatos de resonancia magnética, que como no tengas algo de idea de física ni te enteras».
Además, reivindican la inclusión obligatoria de los técnicos en documentación sanitaria en los planes de refuerzo de atención primaria, ya que su perfil sanitario y competencias técnicas no pueden ser sustituidos por administrativos no sanitarios.
Estos sanitarios, conocidos popularmente como técnicos documentalistas, sirven de apoyo a los facultativos. Son los responsables de conocer todas las patologías, asignar unos códigos determinados numéricos a cada una de ellas y acceder a las historias clínicas.
Las movilizaciones precedentes incluyen manifestaciones con miles de participantes en Madrid en 2022 y concentraciones en hospitales y delegaciones de gobierno, aunque hasta la fecha «nos recibieron un par de veces, pero no cumplieron nada», lamenta Rodríguez. Ante la falta de avances, el colectivo se siente obligado a esta convocatoria de huelga para defender sus derechos profesionales, laborales y la calidad en la atención sanitaria.


