La Policía Nacional ha detenido en la localidad madrileña de Móstoles, a dos de los cuatro presuntos responsables de una estafa mediante la modalidad del “hijo en apuros”.
Se les acusa de ser receptadores de hasta cinco transferencias de dinero por un valor total de 15.693 euros. Esta cantidad fue realizada por una mujer residente en Alicante.
Ella pensaba que estaba solucionando un problema a su hija quien actualmente reside fuera del país.
Otras dos personas han sido identificadas como presuntos autores de los hechos, una de las cuales podría haber realizado las labores de captación del resto.
La investigación partió de la denuncia de una mujer residente en Alicante. Recibió un mensaje en su teléfono móvil a través de una conocida aplicación de mensajería. Procedía de un número que no conocía y que, supuestamente, provenía de su hija, la cual se encontraba en esos momentos fuera del país.
Modus operandi
En el mensaje, la supuesta hija le decía que se le había estropeado el teléfono. Por eso sólo podía comunicarse a través de mensajes con ella desde ese nuevo número de teléfono.
De esta manera, continuó diciéndole que estaba apurada por unos pagos que tenía que hacer para liquidar unos recibos de su tarjeta bancaria. Le dijo que, al no funcionarle el teléfono, no podía acceder a su cuenta. Concretamente, le pidió que hiciera una transferencia de 3.998 euros para lo cual la llamaría el gestor del banco.
Así pues, recibió una llamada de un varón, supuesto gestor de la entidad bancaria, guiándole sobre el modo de realizar esta transferencia.
Sin embargo, esta persona le dijo que como tardaba en hacerse efectiva, iban a repetir el proceso. Por lo tanto, se llevó a cabo una segunda transferencia por la misma cantidad.
De este modo, mientras la víctima estaba al teléfono con el supuesto empleado del banco, seguía recibiendo mensajes de la supuesta hija. Le pedía que realizase nuevas transferencias. Llegó a realizar otras tres más, de 5.000, 1.200 y 1.500 esta vez, hasta que no le quedó apenas saldo en la cuenta. En ese momento dejó de recibir mensajes. Finalmente, el supuesto gestor concluyó la llamada tras decirle que se había solucionado la incidencia.
Contacto con su hija
Finalmente, la víctima, extrañada por lo sucedido, decidió contactar con su hija llamándola a su teléfono de siempre. Fue entonces cuando su hija le indicó que no se había comunicado con ella en toda la mañana. Se dio cuenta la madre de que había sido víctima de una estafa.
Operativo tras la denuncia
çTras la denuncia, los agentes de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante, realizaron las gestiones relativas a la consecución de la identidad de los presuntos responsables de la estafa. Llegaron a identificar a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres. Todos ellos residentes en Madrid.
Así pues, una vez identificados los responsables del suceso, se llevó a cabo la detención de dos de ellos en la localidad madrileña de Móstoles. Se continuó con las gestiones para detener a los otros dos presuntos responsables. Siendo una de ellas la que desempeñó el rol de captadora de los otros implicados en la estafa.
Las “mulas” de dinero
Se denomina “mula de dinero” a aquellas personas que, en el entorno de una estafa realizada telemáticamente, bien por internet, bien vía telefónica, son captadas para aportar sus datos bancarios. También pueden aperturar una o varias cuentas bancarias como “puente” para recibir y transferir. Entre cuentas bancarias, se transfiere el dinero obtenido ilícitamente por estas últimas.
A través de la actuación de las «mulas de dinero», las organizaciones delincuenciales acceden a los fondos procedentes de la actividad ilícita ejecutada. Esto ocurre sin riesgo inicial de ser identificadas.
Las «mulas», son captadas de diversas formas, como el contacto directo o por correo electrónico. Sin embargo, los delincuentes recurren cada vez más a las redes sociales para reclutar nuevos cómplices a través de anuncios de ofertas de trabajo falsas.
Dichas ofertas, sin apenas requisitos, ofrecen a la “mula” suculentas comisiones. Esto es únicamente por poner a disposición de los delincuentes una o varias cuentas bancarias a las que transferir los fondos ilícitos. Así se facilita el acceso a estos. De este modo, las «mulas» participan, con distinto grado de conocimiento, de la dinámica delictiva ejecutada por la organización criminal. Son responsables, en muchos casos, de un delito de blanqueo de capitales.
Por ello, la Policía Nacional aconseja que, en el caso de ser consciente de que has sido captado como “mula”, se denuncie cuanto antes. Si se ha caído en la trampa de las “mulas de dinero”, se estaría colaborando con los delincuentes a blanquear sus beneficios. Así se convierte en cómplice del delito.
