La Asociación Protectora CES Gatos ha dirigido un escrito al ayuntamiento de Elche para instar a que abra un expediente disciplinario grave o muy grave al funcionario municipal de 54 años que acaba de ser condenado a dos años de cárcel y a seguir un curso de protección de animales por matar dos gatos con una escopeta de caza en una parcela en la vía pública.
Según detalló la sentencia, el condenado, Francisco T.G., vive en Elche y es funcionario del consistorio, a lo que se suma que efectuó los disparos mortales en horario de trabajo.
La asociación, representada por la abogada Raquel Sánchez Navarro, ha argumentado que al cometer el delito de maltrato animal en horario laboral y en su lugar de trabajo, debe ser sancionado disciplinaria ya que estos empleados están sujetos a un régimen disciplinario que contempla sanciones por conductas que infrinjan la ley o comprometan la imagen de la administración.
«El uso de una escopeta de caza para matar animales en el lugar de trabajo es una conducta grave que debe, por tanto, llevar aparejada la sanción de la suspensión y cambio de lugar de trabajo o, hasta la separación definitiva del servicio, pues de los hechos, se extrae que estos han sido de extrema gravedad además de dañar la imagen pública de este Ayuntamiento», según la letrada.
Para la asociación, la actuación del funcionario encaja dentro de una sanción grave o muy grave tanto por el impacto de sus hechos, que han trascendido en toda España, como por la intencionalidad de lo ocurrido y las circunstancias, al ser unas instalaciones públicas, donde accedió con «un arma peligrosa privada».
Por todo ello, la Asociación Protectora CES Gatos, que participó como una de las acusaciones populares en el juicio, pide dicho expediente disciplinario a Francisco T.G. y se acuerde «una sanción muy grave de separación del servicio, o en su caso y de forma subsidiaria, una sanción grave de 42 meses de separación de servicio pues los hechos revisten máxima gravedad«.
