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miércoles, 8 mayo 2024

El futuro macro psiquiátrico penitenciario de Siete Aguas podría hacer desaparecer el de Fontcalent

CCOO se opone al cierre de Fontcalent, mientras TAMPM considera importante la apertura del macro psiquiátrico en Siete Aguas.

Tal y como aseguran desde CCOO, “las cárceles se han convertido en los manicomios del siglo XXI”. Y es que un 25% de personas que se encuentran en prisión sufren una patología mental que además crece cuando hay consumo de drogas.

En 2019, el 46% de ingresos en las enfermerías de centros penitenciarios fueron por patologías mentales. Además, preocupa el aumento del incremento de suicidios. Los últimos datos oficiales, en 2019, notifican un total de 43 suicidios frente a los 33 de 2018. Estas cifras han sido proporcionadas por Silvia Fernández, Secretaria General de CCOO en IIPP, quien además ha asegurado que está bajando la población reclusa en prisiones “pero siguen aumentando los suicidios”.

Por eso, ante esta preocupante situación, la sección Estatal de CCOO en Instituciones Penitenciarias ha hecho hincapié en la falta de una política de salud mental en las prisiones. Tanto para las personas privadas de libertad como para el personal penitenciario que trabaja con ellas.

Siete Aguas acogerá un nuevo macro psiquiátrico penitenciario

CCOO lo tiene claro: “la nueva construcción de este macro psiquiátrico de Siete Aguas (Valencia) supone un gran derroche de dinero público. Además, vulnera flagrantemente los derechos humanos de los pacientes con enfermedad mental. Es una involución de muchos años en el tratamiento de la salud mental en España”.

Por otro lado, la futura apertura de este macro psiquiátrico de Siete Aguas conllevaría, posiblemente, el cierre del psiquiátrico de Fontcalent. CCOO se opone por completo: “Queremos dejar muy claro que el hospital psiquiátrico de Fontcalent debe seguir. Es una condición para CCOO, por razones obvias. Es necesario, útil y responde a criterios de salud pública”, explican. “Lo que no se puede es seguir con las condiciones actuales y sin recursos necesarios. Necesitamos que se invierta más en personal, y menos en ladrillo”, denuncian.

Sin embargo, desde la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar opinan todo lo contrario y consideran una buena noticia la creación de este macro psiquiátrico. “Estamos a favor de que se haga una prisión concreta para tratar un tema concreto”, explican.

“Son internos que no son nada previsibles, y en cualquier momento pueden agredir a un trabajador u otro interno”, aseguran desde TAMPM. Por eso, apoyan la construcción del macro psiquiátrico de Siete Aguas. Aunque también son conscientes de que estará deslocalizada. “Evidentemente, en algún sitio tenían que hacerlo. A lo mejor no era el más adecuado, pero estos internos tienen que estar tratados y hoy en día no hay tratamiento en prisión. Solamente les dan pastillas”, afirman.

Les atiborran de pastillas“, explican desde la Asociación. “La revisión la pasa un psiquiatra, en el mejor de los casos”, reconocen, y es que en algunos centros denuncian que no hay ningún psiquiatra que atienda estos problemas de salud mental. “En Villena, una prisión de 1.200 internos, va un psiquiatra un día a la semana como máximo, y ve a seis o siete internos, depende de lo rápido que vaya con ellos”, comentan. Seis o siete, de una lista de más de 40 internos para los que se ha solicitado atención psiquiátrica. “Ve a estos internos porque los funcionarios ven que han tenido algún comportamiento extraño, o el propio médico de prisión en alguna revisión los ha apuntado al psiquiatra”, explican, asegurando que no pueden ver a todos los internos que requieren de esta atención.

“También hay enfermos crónicos, que si el psiquiatra no los vuelve a ver, puede estar tomando la misma medicación tres o cuatro años. Y eso es química, es veneno. Es una droga”, aseguran desde TAMPM.

Estos internos, tal y como afirman desde la Asociación, “es mejor que estén en un sitio concreto, con especialistas concretos para ellos”. Y recuerdan el peligro que pueden suponer, a pesar de que se “desvirtúe” la imagen de un preso enfermo mental, ya que en algunas ocasiones “puede dar incluso pena, pero es una persona con un trastorno grave, capaz de matarte“, concluyen.