Carolina Gracia, alcaldesa de Orihuela, ha hecho pública la intención del Ayuntamiento de Orihuela de “intentar agotar todas las vías políticas que tenemos con Cala Mosca“. Esta cala oriolana es el último kilómetro virgen de todo el litoral de Orihuela, es por ello que desde que se conoció la decisión de edificar en ella han sido muchos los ciudadanos y grupos políticos que se han manifestado en contra.
El proyecto de edificación de Cala Mosca plantea la construcción de más de 2000 viviendas. La resolución de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat “hace avanzar el proyecto y es lógico que la empresa haga valer su derecho a que se apruebe la urbanización por parte del ayuntamiento”, ha explicado la portavoz socialista María García.
Sin embargo, hay informes como el de la Direcicón General de Carreteras que ven desfavorable la construcción de dichas viviendas a su vez que otros también destacan posibles problemas con el abastecimiento de aguas. La alcaldesa de Orihuela ha recriminado que “quienes levantaron la mano para su construcción no han ampliado lo servicios en esa zona”.
Gracia se ha remontado a 2007, el año en el que se votó la urbanización de Cala Mosca y ha recordado al Partido Popular que han sido ellos quienes facilitaron esta situación al votar a favor.
Desde el Partido Socialista, quienes “siempre han tenido una posición unánime”, han explicado que estas posibles vías políticas están condicionadas por ” la seguridad jurídica que tiene el promotor y a los derechos adquiridos tras esa votación de 2007, además de la responsabilidad patrimonial de este proyecto”.
La decisión de abrir vías de negociación con las partes implicadas pasan por abrir una mesa de negociación con agentes de la Generalitat, la propia empresa constructora, los grupos políticos y la dirección general de urbanismo en la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, opción que ya barajó el Grupo Municipal Cambiemos el pasado año.
Desde el Ayuntamiento no descartan que Orihuela sí tenga capacidad para ese número de viviendas “pero no ahí”, por lo que no descartan la posiblidad de ofrecer a la empresa constructora la negociación de otras zonas.
