Acaba de llegar al Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant desde Frankfurt, en Alemania, un camión con un equipo de última generación para el Servicio de Medicina de Nuclear.
Se trata de “una gammacámara híbrida, con la que podemos hacer simultáneamente gammagrafías y TACs, lo que ayuda a un diagnóstico mucho más preciso de los pacientes, sobre todo oncológicos, permitiéndonos localizar con más exactitud la enfermedad y su extensión”, explica el doctor José Verdú, jefe del Servicio de Medicina Nuclear.
“Con esta nueva tecnología de vanguardia nuestro centro da un salto cualitativo en cuanto a equipamiento avanzado comparable a cualquier hospital de referencia en la Comunidad Valenciana y a nivel nacional”, afirma.
El aparato ha sido adquirido en el marco del plan INVEAT (Inversión en Equipos de Alta Tecnología Sanitaria del Sistema Nacional de Salud) del Ministerio de Sanidad por un importe de más de 665.000 euros. A esta cantidad hay que sumar los trabajos de adecuación de la sala de exploración donde va ubicado, que tienen un presupuesto de 95.000 euros.
“Toda la sala está blindada, para que la radiación no salga del habitáculo, como medida de protección radiológica para el personal trabajador y el resto de los pacientes situados en las salas de espera y pasillos”, explica Verdú. Así, su compañero el doctor Francisco Javier García Cases, jefe de Servicio de Protección Radiológica del hospital, se ha encargado de realizar el estudio de seguridad que ha sido verificado y autorizado por parte del Consejo de Seguridad Nuclear antes de la instalación del equipo.
El Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Sant Joan d’Alacant es el referente de la Sanidad Pública en la provincia de Alicante para la realización de este tipo de pruebas diagnósticas, siendo el único centro público que las realiza.
En el Servicio de Medicina Nuclear trabajan efectuando los estudios “tres equipos por la mañana y dos por la tarde, con lo que se atiende a unos 50 pacientes diarios”, explica el doctor Verdú. En cada equipo hay un médico especialista en Medicina Nuclear, un enfermero y un técnico especialista en diagnóstico por la imagen, además del personal auxiliar y administrativo que se encarga de gestionar las citas y dar las instrucciones de cómo se deben preparar los enfermos antes de acudir al hospital.
El centro ya adquirió otra gamma cámara similar a la que ahora se está instalando, con lo que se podrá incrementar el número de pacientes atendidos, pero más allá de la cantidad, Verdú quiere reseñar que “lo que mejora mucho es la calidad de los estudios, lo que supondrá unos diagnósticos mucho más precisos que redundarán siempre en beneficio de nuestros pacientes”, insiste. Las dos gamma cámaras están ubicadas en salas contiguas, con lo que “logramos una sinergia de trabajo y utilizamos más eficientemente los recursos humanos y materiales”, añade el experto en Medicina Nuclear.
Está previsto que a finales de marzo la nueva máquina ya esté operativa. Previamente se tiene que realizar un complejo trabajo cuyo cronograma siguen los técnicos del hospital, encabezados por su ingeniero, Jesús Esteban; los de la empresa encargada de las obras de la sala de exploración, y los dos equipos de Alemania que se encargan del aparato en sí, unos del montaje y otros de su puesta a punto. Posteriormente se tendrá que realizar la formación del personal del hospital y los ajustes y calibraciones finales.
