La patronal Hosbec ha reaccionado duramente tras conocerse la próxima aplicación de la tasa turística a finales de 2023 o principios de 2024. El bloque de izquierdas del Botànic anunciaba ayer, jueves 31 de marzo, un principio de acuerdo prácticamente perfilado, justo a las puertas de la Semana Santa. El borrador se presentaría en el Pleno autonómico de la próxima semana y tras su aprobación en el DOGV habrá un periodo de un año para aplicar la medida.
La secretaria de la Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana, Nuria Montes, insiste que “no ha habido ningún diálogo” y afirma que los empresarios están “muy preocupados que un anuncio de estas características, a las puertas de la primera gran cita de la actividad turística, después de dos años de muchísimo padecimiento por parte del sector por la crisis sanitaria, que en estos momentos tengan la indecencia de causar una crisis reputacional al turismo de la Comunidad Valenciana”.
Montes considera que “crea confusión en el consumidor anunciar esto y que alguien pueda pensar que esta misma Semana Santa ya le van a cobrar un impuesto y que deje de venir aquí. Es una aberración”.
La secretaria general de Hosbec critica además que el anuncio coincide con el momento delicado que atraviesa el país. No es de recibo que estemos en una situación económica con una inflación al 10%, y las autoridades intentando inyectar dinero a los consumidores para atenuar el coste o el empobrecimiento a que está sometida la población en las circunstancias actuales, y que salgan con alegría anunciando un nuevo impuesto“.
Detractores y partidarios de la tasa turística
Asimismo, manifiesta Nuria Montes que no conocen nada del borrador acordado ayer por los socios del ejecutivo valenciano porque no les han enviado la propuesta. Y recuerda que no solo el sector turístico ha mostrado su rechazo a la tasa que pretende gravar las pernoctaciones en la región. También “el sector empresarial en su conjunto”, usuarios, municipios turísticos “que además forman parte de los propios firmantes del Botànic”, las Diputaciones de Valencia, Castellón y Alicante y la propia autoridad turística de la Comunidad Valenciana, el secretario autonómico, Francesc Colomer. “Ningún municipio de los turísticamente relevantes se ha mostrado partidaria más allá de algún anuncio que ha hecho la ciudad de Valencia exclusivamente.
Precisamente, Joan Ribó, alcalde de Valencia, ha mostrado la disposición del Ayuntamiento de aplicar la tasa turística y “trabajará en esa dirección” cuando llegue el momento ya que existe un acuerdo municipal. El primer edil considera “terrorífica” la postura contraria a este impuesto porque “no va contra ningún residente ni perjudica a ningún valenciano” y ha preguntado “quién no ha ido a una ciudad porque tenía tasa turística”. En su opinión “una parte importante” de la recaudación se destinará al gasto municipal y, concretamente, aboga por “un turismo más adaptable y sostenible”.
El acuerdo del Botánic
La tasa turística será voluntaria y tendrá exenciones para algunos colectivos, como el Imserso. Según ha podido saber Europa Press, los Ayuntamientos podrían decidir cuándo aplicarla. El gravamen oscilará entre 0,5€ y 2€ diarios.
