Un derrumbe interior en el emblemático edificio de la antigua Banca Peral en Elche ha obligado al desalojo preventivo de los vecinos de un inmueble colindante. El suceso, que ocurrió en la calle Mare de Déu dels Desamparats, a escasos metros del Ayuntamiento, no dejó heridos, ya que el inmueble afectado está deshabitado, aunque forma parte del patrimonio protegido de la ciudad.
Los hechos se produjeron hacia las 14:00 horas, cuando un fuerte estruendo alertó a los residentes del bloque contiguo, compuesto por ocho pisos y unos 20 vecinos. “Todo se llenó de polvo que salía por las ventanas del edificio de al lado”, explicó una afectada mientras su vivienda permanecía precintada por la Policía Local.
Patrimonio protegido en riesgo estructural
El edificio afectado, conocido como la Banca Peral, tiene una relevancia histórica significativa: fue la sede de una de las primeras entidades financieras ilicitanas, fundada hace 150 años por Manuel Peral López. Pese a su protección patrimonial —que incluye fachada y escalera—, el deterioro tras décadas de abandono ha llevado a su actual situación de ruina.
Técnicos del área de Urbanismo acudieron al lugar junto con efectivos de la Policía Local, quienes ejecutaron el desalojo mientras se evaluaba la estabilidad del inmueble contiguo. Horas después, los residentes pudieron regresar a sus casas, aunque la zona permanece acordonada.
El futuro del edificio: derribo inminente
Según fuentes municipales, el derribo de la estructura afectada será inminente debido al riesgo estructural observado. Aunque los propietarios habían intentado su rehabilitación ante la imposibilidad legal de demolerlo, el colapso parcial ha acelerado los planes.
Ubicado en una de las arterias históricas de Elche, el edificio representa un símbolo del pasado económico de la ciudad. Su colapso ha reavivado el debate sobre la conservación del patrimonio arquitectónico frente a los riesgos de seguridad urbana.
