Dos agentes de Policía Nacional adscritos a la comisaría de Dénia han sido condenados a 3 años y 6 años y medio de prisión, respectivamente, por sustraer objetos de valor en domicilios particulares durante sus obligaciones profesionales, y para estafar a compañías aseguradoras provocando accidentes para cobrar indemnización.
Además, la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Alicante también condena a uno de los policías por consultar información de terceras personas en las bases de datos policiales a las cuales tenía acceso por su cargo.
En concreto, imponen a los dos procesados una primera pena de un año y tres meses de prisión para cada uno por dos delitos continuados de hurto, agravados por el hecho de perpetrarlos durante el ejercicio de la labor como funcionarios públicos.
En segundo lugar, añade otro año y nueve meses más, también para cada uno, por los delitos de estafa relacionados con los accidentes simulados. Y finalmente suma tres años y seis meses de prisión para el segundo de los acusados como autor de un delito de revelación de secretos por el acceso indebido a información reservada.
Los hechos tuvieron lugar en varias fechas entre los años 2014 y 2017 y, por lo que respecta al delito continuado de hurto, el tribunal considera probado que los dos policías se conjuraron para apropiarse de varios objetos de valor en viviendas de municipios como Beniarbeig, Dénia y Elche. Los dos policías acudían para atender avisos de ciudadanos que habían sido víctimas de robo.
Entre otros extremos, la sentencia señala que los dos acusados robaron teléfonos móviles, joyas, relojes, discos duros y muebles con el fin de aumentar su patrimonio o de destinarlos a la venta a terceros, y todo esto ha sido valorado en unos 11.000 euros.
De la estafa, el tribunal también cree demostrado que los dos agentes simularon o provocaron intencionadamente “pequeños accidentes” mediante el llamado “método de la rotonda” con el objetivo de cobrar indemnizaciones de la compañía aseguradora contratada por los otros conductores.
El tribunal concluye que los agentes recibieron indemnizaciones entre 1.800 y 9.958 euros en varios accidentes registrados entre los años 2014 y 2016, y los conmina a reintegrar todas las cantidades percibidas a través de este sistema.
