Unos 200 vehículos de autoescuela han colapsado este viernes el centro de la ciudad de Alicante para reivindicar más examinadores con los que desatascar el actual colapso que afecta a casi 16.000 alumnos en la provincia, que tienen aprobado el examen teórico y están a la espera del práctico.
La marcha ha provocado el embotellamiento del tráfico en la ciudad desde media mañana hasta el mediodía, cuando ha acabado el tránsito de los 200 coches en el entorno de la Subdelegación del Gobierno, donde han entregado un manifiesto.
En declaraciones a EFE, el presidente de la asociación local de autoescuelas de Elche, Vidal Ocaña Flores, ha manifestado que llevan varios años pidiendo ampliar el número de examinadores, con una plantilla de 30 aunque de manera efectiva la cifra se reduce a entre 20 ó 22, cuando «hay una demanda muy superior».
Esta diferencia provoca «un colapso» de más de dos meses para poder llevar a examen a los alumnos. De hecho, Ocaña Flores ha calculado que en estos momentos hay unos 15.800 alumnos con el examen teórico aprobado que no pueden hacer el práctico por falta de examinadores.
«Esto conlleva graves consecuencias para las autoescuelas, que no podemos trabajar, y para los alumnos, que no pueden examinarse ni conducir no solamente para cuestiones de ocio sino en muchos casos para trabajar o, incluso, optar a plazas de oposiciones por la falta del permiso de circulación.
Como medida preliminar, demandan que la plantilla de examinadores aumente en entre 5 y 6 personas y que luego se estudie la situación para ver la cifra más idónea.
En su manifiesto, además de incrementar los examinadores solicitan una mejor organización en la asignación de fechas de examen y una mayor transparencia en los criterios que se aplican, reconocer la labor de los examinadores y mejorar sus condiciones laborales y que la Administración escuche a las autoescuelas.
Entre las medidas urgentes y concretas también incluyen habilitar jornadas extraordinarias de examen mientras que persista el atasco actual y una reunión urgente con los responsables de la DGT porque «no se puede seguir trabajando en estas condiciones».


