La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha convocado para el próximo 15 de diciembre la Comisión de Desembalse, en la que se prevé que se plantearán nuevas restricciones a los regadíos de la cuenca derivadas del mal arranque del año hidrológico, que ha registrado lluvias un 50 por ciento inferiores a la media para este periodo.
Así lo trasladado este jueves el presidente de la CHS, Mario Urrea, durante la celebración de la Junta de Gobierno del organismo, en la que ha hecho un balance del arranque de este año hidrológico 2025-2026, que comenzó el pasado 1 de octubre, así como del anterior, del 1 de octubre de 2024 al 30 de septiembre del 2025.
Datos hidrológicos
Según ha explicado a los periodistas antes de la reunión, ese año hidrológico que ha finalizado fue bueno, con precipitaciones de 372 litros por metro cuadrado, un volumen un 16 por ciento superior a la media de los últimos diez años.
Se recogieron unas aportaciones de 326 hectómetros cúbicos, 25 hectómetros cúbicos más que el año hidrológico anterior, y los consumos rondaron los 303 hectómetros cúbicos, que si bien han supuesto una cifra superior al objetivo planteado, permitieron finalizar con unas reservas de 69 hectómetros cúbicos en los embalses.
A ello se suma el “año excepcional” en cuanto a las aportaciones del trasvase del Tajo al Segura, de 489 hectómetros cúbicos gracias a que hubo cinco meses de transferencias máximas (60 hectómetros cúbicos) y los otros siete, en el nivel 2 (27 hectómetros cúbicos).
Estos datos hacen prever que el año hidrológico en curso habrá disposición de agua para atender al abastecimiento y a los regadíos, y Urrea ha asegurado que no prevé “problemas reales de suministro hasta 2027”.
Inicio del año hidrológico actual 2025-2026
Sin embargo, el inicio del año hidrológico actual 2025-2026 “no está siendo bueno”, ha dicho, con precipitaciones en torno a un 50 por ciento inferiores a las del año pasado, lo que ha llevado a que los indicadores de los índices de sequía y de escasez coyuntural han dado este mes de diciembre por segundo mes consecutivo una “situación de alerta”.
Por ese motivo, la CHS planteará nuevas restricciones asociadas a los regadíos tradicionales y no tradicionales de la cuenca en la citada Comisión de Desembalse del próximo lunes, y serán “como mínimo, del siguiente escalón” a las restricciones vigentes actualmente.
Además, para el próximo 18 de diciembre se ha convocado el Consejo Nacional del Agua, en cuyo orden del día no figurará la reforma de las reglas de explotación del trasvase del Tajo al Segura, según ha indicado.
Modificación de las reglas
Esa modificación de las reglas, que está contemplada en el Plan Hidrológico y la que se oponen los regantes, no obstante, sí podrá llevarse a cabo a lo largo del año y de ello dependerán las trasferencias que recibirá el Segura del Tajo.
Si se modifican, ha reconocido, las aportaciones serán menores, pero ha insistido en lanzar un mensaje de “tranquilidad” puesto que actualmente hay «mucha agua embalsada en la Cuenca del Segura como consecuencia del excepcional año hidrológico y del trasvase”, por lo que no se prevén “incidencias” y se contará con «suficiente agua para atender el presente año hidrológico e incluso algo del siguiente”.
En cualquier caso, Urrea ha recordado que actualmente está en periodo de exposición pública el cuarto ciclo de la planificación hidrológica, y los interesados pueden presentar propuestas y alegaciones hasta el 28 de mayo para redactar esa nueva planificación.
En ella, ha lamentado, se tratarán una quincena de “temas recurrentes” a los que no se termina de poner solución, como la limitación de las extracciones de las aguas subterráneas, la contaminación de las aguas por nitratos, la sostenibilidad de los regadíos asociados al trasvase, la conservación del Mar Menor o el impulso de la desalación.
Sobre esta última, ha recordado que el Ministerio para la Transición Ecológica está ya redactando dos proyectos para plantas que aportarán 150 hectómetros cúbicos de agua desalada, y será ese nuevo ciclo de planificación el que fijará las condiciones económicas de acceso, porque “estamos llegando ya al límite de la capacidad de pago que los regantes pueden tener en relación a la utilización de estas aguas”, ha dicho.


