Un vuelo de bajo coste entre Londres-Luton y Alicante se vio obligado a aterrizar de emergencia en Toulouse después de que un pasajero británico intentara abrir una de las puertas en pleno trayecto. El hombre, que viajaba acompañado por un grupo de amigos, fue reducido a su llegada al aeropuerto francés y permanece detenido por las autoridades galas.
Según fuentes de la investigación, el pasajero se encontraba junto a una salida de emergencia y llegó a forcejear con la puerta mientras gritaba su intención de abrirla. «Fue aterrador para todos los demás pasajeros», relataron. La tripulación, con la ayuda de varios viajeros, trató de calmarlo, aunque los incidentes continuaron y obligaron al comandante a desviar la aeronave.
Los testigos describen un ambiente de tensión creciente. Padres de familia llegaron a pedir al grupo que moderara su lenguaje por la presencia de menores, pero el caos no cesó. Finalmente, una unidad de la Gendarmería de Transporte Aéreo esperaba en el aeropuerto de Toulouse-Blagnac, donde cuatro agentes tuvieron que sacar al hombre esposado.
Un pasajero explicó que la situación se recrudeció incluso en el momento de la detención, y otra fuente confirmó que el individuo «estaba muy borracho», hasta el punto de que la Policía de Fronteras lo mantuvo varias horas bajo custodia hasta que se recuperó para poder ser interrogado.
El episodio quedó registrado en vídeos compartidos en TikTok por viajeros, en los que se aprecia a varios integrantes del grupo bebiendo alcohol antes del despegue, discutiendo con otros pasajeros y desobedeciendo a la tripulación. En las imágenes también se observa a dos de ellos abandonar voluntariamente el avión tras el aterrizaje, mientras que el arrestado era reducido por los agentes.
Nichols, una de las pasajeras que difundió el vídeo, señaló que el grupo «ignoró todos los protocolos, bebió alcohol del duty free y llegó a escupir en los asientos y a poner los pies sobre los reposacabezas». Aun así, destacó la actuación del personal de cabina, que «se mantuvo sereno y profesional en todo momento para tranquilizar al resto».
El detenido se enfrenta ahora a una posible condena de hasta cinco años de prisión y una multa de 4.580 euros, al estar acusado del delito de encontrarse ebrio en un avión, una infracción castigada tanto en Francia como en el Reino Unido. Desde Ryanair han recordado su política de tolerancia cero frente a conductas inaceptables y su compromiso de adoptar medidas estrictas para garantizar la seguridad y tranquilidad de los vuelos.
