Unos minutos antes de la medianoche, con el disparo de la Palmera de la pirotecnia de los Hermanos Ferrández daba inicio a la cremà de las Hogueras de Alicante. Con un radio de unos 300 metros y una tonalidad más blanca que en años anteriores, sonando los tres truenos de aviso que daba paso a la Palmera y al tradicional lacrimeo de la perla blanca que estuvo visible unos veinte segundos, para a posteriori, con los dos últimos truenos finales empezaba el espectáculo del fuego.
Los 178 monumentos empezaron arder a partir de las doce de la noche tardando cuatro horas para que se alcanzase el 80% quemado. La primera hoguera en arde fue la oficial que estaba plantada en la plaza del Ayuntamiento ante las miradas atentas del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el alcalde, Luis Barcala, las Belleas del Foc Adulta e Infantil, Aleida González y Andrea del Caño Moya, respectivamente. Este año, el despliegue de seguridad de bomberos del SPEIS, Policías Locales y voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil han velado por que transcurriese la noche mágica de Alicante sin incidentes. Tan sólo, la Cruz Roja atendió a una mujer de 44 años por el impacto de una carcasa en la Hoguera Bavers Els Antigons sobre las dos de la madrugada y una hora más tarde, en la calle Las Palmas se atendió a un chico por quemaduras de un petardo. Los otros incidentes ocurridos en una noche festiva fueron a cuatro personas, una por caerse del Puente Rojo, otra por un dolor torácico que fue trasladada al centro hospitalario de Plaza Mar y las otras dos, por un dolor en el brazo y la última por un trauma. Como no podía ser de otra manera en una noche donde el fuego era el protagonista, a las 3 de la madrugada, los bomberos del SPEIS intervinieron para apagar un incendio en un ático sin heridos. Las cenizas ponían fin a cinco días de pólvora, fuego y fiesta. La protección del Monte Benacantil ha sido una prioridad para el Ayuntamiento que ha ido refrescando el monte estos días, evitando la sequedad gracias a la ayuda del personal de jardinería, produciéndose sólo un conato de incendio, a diferencia de otros años que se llegaron a registrar hasta diez conatos en ese mismo punto. La ciudad se dividió en seis zonas para que el operativo de seguridad distribuidos en 40 equipos pudiesen reaccionar lo más rápido posible y con más de 282 policías locales. Casi simultáneamente a la Hoguera Oficial ardieron unas treinta del centro de la ciudad, entre las que estaban la hoguera ganadora del premio Especial Sèneca-Autobusos, que fue la segunda en arder.
Mascletà con lágrimas
El terremoto final en el XXXI Concurso de la Mascletá se recordará por su sonoridad, intensidad y tristeza. El diseño de Adrian Sirvent de la Pirotecnia Alacantina de Focs i Artifici, utilizó la última tecnología en disparos que finalizó con una enorme sacudida pirotécnica en la plaza de los Luceros, como homenaje a todos los alicantinos y alicantinas. Esta ha sido la última mascletá que no ha tenido que envidiar a la del año pasado, en la que esta pirotecnia, ganó el primero premio.