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viernes, 26 abril 2024

1ª Prisión permanente revisable en la Comunitat para los asesinos de un bebé

Hemos entrevistado a Raquel (Sánchez Navarro Abogados), que representa al padre y la abuela de Aarón, bebé de 2 años asesinado en Elche en 2018.

Tras conocerse la sentencia esta semana del caso de Aarón, dictada por la Audiencia Provincial de Elche, hemos entrevistado a Raquel (Sánchez Navarro Abogados), que representa al padre y la abuela del niño, parte denunciante del caso. Ella nos explica qué supone una condena de este calibre respecto a otros casos similares. Y, también hacemos una cronología de los hechos, pues la sentencia ha tardado 2 años

Prisión permanente revisable por asesinato

Recordemos que el pequeño Aarón, era un bebé de dos años que murió de forma violenta mientras estaba a cargo de su madre y el novio de esta. Dos años después, un jurado popular, formado por 9 titulares y 2 suplentes, ha condenado a los autores, J.A.P.V. y C.J.M., a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con agravante de parentesco y a 3 años de prisión por un delito de malos tratos continuados en el domicilio con agravante de alevosía. La madre ha sido condenada a por omisión.

Además, tienen una orden de alejamiento que les impide acercarse a menos de 1.000 metros de los ascendientes paternos (el padre y la abuela del niño, denunciantes del hecho) de la víctima durante 30 años y a mantener cualquier tipo de comunicación.  Ambos están en prisión provisional en la cárcel de Foncalent desde el día 14 de mayo de 2018. 

Sienta jurisprudencia en casos de extrema gravedad

Esta sentencia es muy importante ya que es la primera que se consigue de prisión permanente revisable en la Comunitat Valenciana y la primera que se pone a nivel nacional a la madre de un menor. Por ello, sienta jurisprudencia en casos similares. De hecho, la abogada de la acusación, Raquel Sánchez Navarro, afirma que ya le han contactado otros letrados que consiguieron condenas menores para casos de parecidos de extrema gravedad y ahora tienen la oportunidad de recurrir las sentencias y conseguir también la prisión permanente revisable. 

La prisión permanente establece que los acusados van a pasar entre un mínimo de 25 y 35 años en prisión, con posibilidad de revisar su condena a los 25 años. 

Además, también hay otro hecho que sienta precedente y es que no solo el padre de Aarón va a recibir una indemnización de 150.000 euros por daños morales, sino que la abuela, parte activa en el caso contra los acusados, recibirá 70.000 euros, puesto que el jurado ha considerado que existía una relación estrecha con el niño, ya que la madre estaba empadronada en su casa. 

Cronología de los hechos

Recordamos que el asesinato tuvo lugar el 13 de septiembre de 2018 en el municipio de Elche (Alicante). La madre, de 27 años, separada del padre de Aarón, acudió al Hospital del Vinalopó con su novio, de 25 años, y con el niño, asegurando que se había caído de forma fortuita en una bañera. El bebé estaba inconsciente y su cuerpo presentaba numerosos moratones y un grave golpe en la cabeza. Fue trasladado a la UCI pediátrica del Hospital General de Alicante. Lamentablemente, murió unos días después y, tras la autopsia, se determinó que la causa principal del fallecimiento fue encefalopatía anóxica por comprensión mecánica extrínseca en el cuello (estrangulamiento). 

Aunque en unas primeras declaraciones y tras desmontarse la posibilidad de que fuera un accidente, la madre de Aarón testificó que era su novio quien le había dado una paliza al niño y que ella no lo sabía, las pruebas y los informes del equipo de médicos forenses revelaron que mentía y que ella era conocedora de los malos tratos que sufría su hijo en manos de su pareja y además lo permitía. Por otro lado, varios doctores de la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital General de Alicante declararon que Aarón era “un niño policontusionado”, afirmando incluso que “no había parte del cuerpo donde no tuviera moratón”, lo que ha servido como prueba para demostrar que la madre lo sabía. 

Después de un examen exhaustivo y tal y como se recoge en el auto, los médicos comprobaron que tenía fracturas anteriores y otro tipo de lesiones que solo podían corresponderse con malos tratos habituales. Por esta razón, denunciaron los hechos ante la Policía Nacional, quien detuvo a la pareja de forma inmediata. Desde ese mismo momento, la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana se hizo cargo de la tutela del menor.

Tras múltiples declaraciones inconexas y sin sentido, mientras la Policía Nacional se hacía cargo del caso, el hombre confesó y la madre del niño también explicó que sabía que él maltrataba al menor que, evidentemente, no tenía posibilidad de defenderse. Y esa es la principal razón por la que este caso cumple los requisitos de la prisión permanente revisable.

Sentencia

Tal como recoge la sentencia a la que hemos tenido acceso, ese día, “pese a la alta probabilidad de que se pudiera producir la muerte del menor y aceptándolo, J.A.P.V. ejerció fuerza física sobre el menor, propinándole una paliza, con golpes por todas partes, llegando a oprimirle el cuello con tanta intensidad que impedía que el niño respirara hasta que el menor se desvaneció, perdiendo la consciencia”. C.J.M., madre del menor, que se encontraba en la vivienda mientras el acusado ejercía esa fuerza física sobre el menor y siendo consciente de lo que su pareja estaba haciendo, no hizo nada para proteger al menor e impedirlo”.

Por estos motivos, a él se le ha condenado como autor directo y a ella por omisión , ya que nunca antes lo llevó a que lo viera un médico, ni siquiera con el golpe en la cabeza que recibió como consecuencia de haberlo estampado su novio contra alguna superficie. 

Recalcar que los informes forenses han sido determinantes a la hora de esclarecer los hechos y probar el maltrato continuado y el asesinato, ya que, en un primer momento, todas las partes pensaban que el menor estaba inconsciente, el día que lo llevaron al hospital por un fuerte golpe en la cabeza lo que favorecía la inocencia de la madre, que sostenía que se había caído accidentalmente en la bañera. Sin embargo, el Médico Forense en la sala de juicio concluyó que ese golpe por su evolución era de 2 o 3 días antes, y fue la acusación en base a insistir y a unas pruebas médicas sólidas quien contribuyó a que el jurado determinara asesinato y no homicidio involuntario, argumentos que la parte defensora ya no pudo rebatir ante la evidencia.

Prohibieron al padre ver al menor con falsa denuncia de malos tratos

Esta sentencia no solo sienta jurisprudencia en la Comunitat Valenciana, sino que además pone de manifiesto la importancia de la investigación policial, los informes forenses y la importancia de activar el protocolo de maltrato infantil ante cualquier sospecha.

Sin embargo, este caso, también ha mostrado una vez más que la lentitud burocrática y judicial hace aguas en muchas ocasiones y puede poner en peligro la vida de las personas más vulnerables.

Tal y como aclara Sánchez Navarro, abogada de los denunciantes, el padre de Aarón estuvo varios meses sin poder ver a su hijo puesto que la madre interpuso una denuncia falsa por malos tratos con la consecuente orden de alejamiento. Seguramente, quería evitar que el padre se diera cuenta de las lesiones que presentaba el bebé. El padre hizo lo imposible por agilizar la tramitación de las visitas al menor bajo supervisión, pero pasaron los meses y no lo consiguió. Sin embargo, ella sí logró que él no pudiera ver a su hijo durante meses mediante una denuncia falsa y contribuyó a que ya no lo pueda ver nunca más en su vida.

Si la justicia hubiera dictado un regimen de visitas del padre al menor mientras se investigaba un supuesto caso de malos tratos de él hacia la madre del niño, seguramente Aarón aún seguiría vivo, porque el padre, muy comprometido en este caso, habría denunciado los hechos y llevado al pequeño al hospital. Nunca lo sabremos. Pero esperamos que esta sentencia cambie el protocolo habitual en este tipo de casos y sea un halo de esperanza para todas esas personas, menores, mayores y discapacitadas, que malviven en situaciones de maltrato sin capacidad de defenderse ni pedir ayuda.