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sábado, 27 abril 2024

Increpan un joven autista por bañarse con su perra en Torrevieja

La madre del menor denuncia que unas diez personas consiguieron echarles de la playa a pesar de explicar el trastorno del joven.

Un grupo de 10 personas ha increpado a un joven autista de 15 años por ir con su perra a bañarse en la playa de Cala Mosca, en el municipio de Torrevieja.

Víctor con autismo severo y su inseparable Palmo, una joven perra de raza terranova que está siendo entrenada para asistir a su amo, estaban ya en la arena junto con su madre Victoria. Esta recuerda como su hijo estaba a punto de meterse en el agua, “mi niño es como un pez, lo que más le gusta es bañarse”, recuerda -de hecho, se había quitado la camiseta-, cuando un grupo se acercó para increparles.

“De malas maneras nos dijeron que nos teníamos que ir, que esta no era una playa para perros”, rememora Victoria. Técnicamente no lo era. Pero el menor necesita a su perra y la normativa le ampara.

Le preguntamos esta cuestión a María José Sanchez García, presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos con Necesidades Educativas Especiales (APANEE) de Torrevieja, que denunciaron este incidente. “Los perros de asistencia están permitidos en cualquier lugar, excepto en intervenciones quirúrgicas”, aseguran.

Para eso, es necesario que lleven su señalización correspondiente, con su chaleco y carné, como era el caso. Así lo debieron de ver los veraneantes que se les echaron encima.

Victoria comenta que, a pesar de que consiguió explicarles que Víctor tenía una discapacidad y que el perro estaba permitido, asegura que le dijeron que eligiera “entre el niño y la perra”. “Lo que más me hizo daño fue que una mujer me dijo con sorna que qué pena le daba que tuviera un hijo con autismo”.

Mientras tanto Víctor, con “una mentalidad más inocente para su edad”, parecía que se enteraba de la situación porque cogió su camiseta y se la puso. Su madre, “derrotada” y “casi en estado de choque”, optó por la retirada. “Nos chafaron el día”. Después junto a la policía y, junto con la adiestradora de Palmo, volvieron a la playa para identificar a los increpadores para presentar una denuncia, pero ya no estaban.