Una veintena de activistas de la organización por la defensa de los animales AnimaNaturalis ha realizado este domingo en Alicante una acción de protesta contra el uso de pieles de animales en la industria peletera.
Los representantes de este colectivo, completamente desnudos, rociados con sangre artificial y amontonados unos encima de otros “como quedan los cuerpos de los animales sin vida una vez les han arrancado su piel”, han denunciado de este modo que “los millones de animales que anualmente son maltratados y asesinados” por esta industria, ha indicado la organización.
Con esta acción ha tratado de “concienciar” a la población del “enorme número de animales que se utilizan para confeccionar un solo abrigo de piel” y de la “crueldad escondida tras la industria peletera”.
La coordinadora del colectivo en Alicante, Lidia Gelardo, ha destacado, en declaraciones a Europa Press, que “cada vez más países modernos prohíben las granjas peleteras” y ha lamentado que sin embargo “España elude discutir el tema”.
Asimismo, ha asegurado que “ya es hora de equiparar la legislación española a la de otros países del entorno europeo”. “Vestir pieles de animales no solo es ineficiente y anacrónico sino que intensamente cruel con los animales”, ha agregado Gelardo. El colectivo ha explicado que más de 32 millones de animales son sacrificados solo en la Unión Europea para comercializar con su piel.
“Desde 2007 países como Reino Unido, Italia, Austria, Croacia, Grecia, República Checa, Suecia, Alemania y Holanda han ido prohibiendo las granjas peleteras, así como incrementando sus normativas referentes a la protección animal”, ha aseverado la entidad, al tiempo que ha destacado que “a principios de febrero de 2019, Los Ángeles se transformó en la ciudad más importante del mundo que prohíbe por completo la comercialización de pieles de animales”.
Asimismo, la organización ha denunciado que “en las granjas peleteras los animales pasan su vida encerrados en pequeñas jaulas hasta que son gaseados o electrocutados vía bucal o anal, para después pasar a ser desangrados y despedazados”. “La mayoría de ellos todavía están conscientes en ese momento, por lo que pueden sentir cómo su piel es arrancada de sus cuerpos”, ha añadido AnimaNaturalis.
