El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado este sábado el confinamiento general de Inglaterra durante cuatro semanas. La medida, que busca frenar la alarmante curva de contagios y evitar el colapso del sistema sanitario, entrará en vigor el próximo jueves y finalizará el 2 de diciembre.
Este es un cambio en la estrategia de restricciones locales del gobierno conservador británico, que cerrará obligatoriamente los comercios y negocios no esenciales y la hostelería. Sin embargo, las escuelas y las universidades continuarán abiertas.
Johnson ha hecho este anuncio el mismo día que el Reino Unido ha superado el millón de casos de coronavirus registrados, borde 22.000 en la última jornada. Desde el inicio de la pandemia, en el Reino Unido han muerto 46.500 personas.
Portugal confina al 70% de la población
El gobierno portugués anunció hoy el confinamiento de los municipios con riesgo elevado de contagio de coronavirus a partir del 4 de noviembre, medida que alcanza a 70% de la población y que establece que sólo se debe salir de casa para actividades imprescindibles como trabajar, ir al colegio o hacer las compras.
La medida fue decidida hoy en un consejo extraordinario de ministros y se aplicará por regla general a los municipios con una incidencia superior a los 240 casos por 100 mil habitantes en los últimos 14 días, situación en la que se encuentran actualmente 121 localidades portuguesas, entre ellas Lisboa y Oporto, con 7.1 millones de habitantes.
“Si no tenemos que hacer nada indispensable, debemos quedarnos en casa. Podemos ir a trabajar, a la escuela, a comprar, salir a hacer ejercicio, asistir a personas que lo necesiten… Pero la regla es que debemos quedarnos en casa”, explicó el primer ministro, António Costa, tras el consejo.
