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viernes, 29 marzo 2024

La prueba de ADN que puede dar un giro al crimen de las niñas de Alcàsser

Un equipo forense analiza un cráneo encontrado en una isla de Irlanda para saber si puede tratarse de Antonio Anglés.

Veintinueve años después del asesinato de las niñas de Alcàsser, Toñi, Miriam y Desirée, hay una importante novedad que podría dar un giro al caso. La gran incógnita de este caso siempre ha sido saber donde está Antonio Anglès. El acusado del triple crimen se escapó de España en 1992.

Después de matar a las niñas el 13 de noviembre de 1992 y de enterrar sus cuerpos Anglés se escapó de Catarroja y cogió un taxi hasta una caseta abandonada en la localidad de Alborache. Allí pasó dos noches antes de ir a València para hacerse un cambio estético.

Anglés se cambió el color de pelo de rubio a moreno y durante su estancia en la peluquería una persona entró a hablar con él, según aseguraron varios testigos. A continuación salió de València y fue visto en Cuenca. De aquí puso camino a Portugal, probablemente vía Madrid y embarcó con destino a Dublín (Irlanda).

Allí fue identificado como un polizón y se lanzó al agua. Desde ese momento no se le ha vuelto a ver. Muchas han sido las teorías que lo sitúan en América Latina -ahora tendría 55 años- con una nueva imagen y una nueva vida, pero lo único cierto es que la última vez que se supo de él estaba en Europa.

Los periodistas valencianos, Genar Martí y Jorge Saucedo, son autores del libro ‘El fugitivo’ que repasa la fuga de Anglés y han descubierto pistas inéditas. Señalan que la Policía ha pedido que se coteje el ADN de un cráneo con el de Antonio Anglès para poder determinar su coincidencia.

Es posible que contara con ayuda a lo largo de estos días para huir, según los investigadores. La coincidencia del ADN del fugitivo con la de Anglès daría por cerrada una parte del caso, puesto que la alerta de búsqueda internacional continúa activa.