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viernes, 19 abril 2024

El paro aumenta tras el verano en Alicante

El paro sube en 16.900 personas en Alicante.

A la caída de la ocupación registrada en el segundo trimestre de este 2020, responde este tercer trimestre con un aumento notable de la ocupación (+32.300), consecuencia, lógicamente, de la estacionalidad productiva típica de los meses veraniegos.

Aunque han sido unos meses con una importante caída de la actividad productiva por efecto de la pandemia por coronavirus, la finalización del primer periodo de confinamiento ha permitido una cierta recuperación de la actividad que se refleja en el aumento de las personas ocupadas.

Al mismo tiempo hay que señalar un aumento del paro (+16.900) lo que no es lo habitual en este periodo. Hay que considerar el efecto de los meses de parón productivo ligado al coronavirus que están provocando, a pesar de las medidas puestas en marcha por el gobierno, una reducción de ingresos en las familias muy considerable. Así, las familias deben dedicar más miembros a la búsqueda de empleo, lo que se refleja en el importante crecimiento de la población activa (que se suma al avance de la población total en edad laboral). Hay 49.200 personas activas más, es decir, trabajando o buscando trabajo, respecto al trimestre anterior, lo que muestra la vulnerabilidad de las familias por el descenso de la actividad productiva y explica que aumente de forma importante el número de personas que trabajan y, también, que buscan trabajo. Es urgente, inaplazable, que tanto la Renta Valenciana de Inclusión como el Ingreso Mínimo Vital alcancen inmediatamente a todas las familias que tienen derecho a esa prestación.

En relación al aumento de la población activa, hay que señalar la evolución de la inactividad. Esta desciende en el trimestre de forma importante (-47.100) y lo hace de forma general en estudiantes (-18.800), labores del hogar (-1.600) y, sobre todo en el grupo “otra” (-29.000), un grupo que reúne a las personas consideradas inactivas, que no mencionan otra causa de inactividad y que declaran estar trabajando o buscando trabajo. Es decir, la necesidad de salarización de las familias hace que estudiantes, personas con labores del hogar y, especialmente, las que los criterios restrictivos de la EPA considera inactivas pero están trabajando o disponibles para trabajar, se incorporen de forma urgente a la actividad.

Hay que señalar que la caída de la ocupación en cómputo anual es muy importante, 61.400 personas ocupadas menos, que supone una caída en el entorno del 8’4%, y 50.400 personas más en paro es un impacto muy grave que señala, por un lado, al coronavirus, pero, también, a una economía que ya se veía ralentizada y a la que es necesario reforzar para que genere actividad y empleo de calidad. Especialmente preocupante es la caída interanual de la ocupación en industria (-34.200) que muestra, además de la tradicional mala práctica del sector de reducir la plantilla en los meses de verano, una incapacidad del sector por generar actividad productiva de calidad.

En este tercer trimestre, y como es habitual, es el sector servicios el que aporta el principal aumento de la ocupación (+32.500). La estacionalidad y el monocultivo turístico, dos problemas del mercado provincial, son los que están compensando los efectos del coronavirus. La necesidad de implantar políticas productivas e industriales de futuro (sostenibles, empleo de calidad, actividad a largo plazo,…) es cada vez más urgente.

Por sexos, hay que señalar que las mujeres se benefician de un mayor aumento de la ocupación pero, también de un mayor aumento del paro. El precario empleo del sector servicios ha preferido a las mujeres, pero, también, la necesidad de salarizar las familias hace que las mujeres dedicadas al trabajo sin remunerar (labores de cuidado,…) se vuelquen en la búsqueda de empleo remunerado. Al mismo tiempo, el aumento del paro en industria, sector masculinizado, ha marcado el aumento del paro masculino.

La evolución del empleo en este trimestre sigue señalando a la necesidad de implantar políticas de transformación del modelo productivo. Además, se puede apreciar que la reducción de la actividad productiva por covid es coyuntural, lo que, más allá de los efectos económicos y en el empleo, sigue mostrando que es necesario contener la pandemia para promover un crecimiento económico sostenido y sostenible.