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jueves, 28 marzo 2024

Comienzan en l’Alfàs del Pi “Les Festes de Sant Vicent del Captivador”

En la Iglesia de San José de l’Alfàs han comenzado oficialmente Les Festes de Sant Vicent, con la bendición y entronación de la escultura donada al Ayuntamiento por José Soler Pérez, coautor junto a Rafael Frías y Ángela Castillejo del libro: “Historia de un Legado, El Santísimo Cristo del Buen Acierto y L’Alfàs del Pi”, historiador y vecino muy comprometido con la defensa del patrimonio histórico, cultural y natural del municipio y de la comarca.

No podía comenzar el Any Jubilar de Sant Vicent, explica José Soler, sin tener el pueblo una imagen del santo, “máxime cuando está documentado que en 1770 si había una talla suya en la Iglesia de San José de l’Alfàs”. Si a esto añadimos que fue un alfasino, Roque Devesa Pérez, quien construyó en 1803 la Ermita del Captivador, por entonces territorio de Polop, adquiere mayor relevancia la celebración esta tarde en l’Alfàs del Pi de la apertura oficial del “Any Jubilar Vicentí”.

El alcalde de l’Alfàs, Vicente Arques, ha destacado la dedicación del historiador alfasino, José Soler, “de salvaguardar el patrimonio, material e inmaterial”, no sólo de nuestro municipio sino de toda la comarca. “Su disposición altruista y constante por colocar a su municipio en el lugar que le corresponde, nos llena de orgullo y merece todo el reconocimiento de la comunidad”. Fue un alfasino quien construyó la Ermita del Captivador que cada año aglutina a los vecinos de la Marina Baixa, y es un alfasino subraya Arques “quien hoy dona una escultura de Sant Vicent a nuestro pueblo, a su pueblo y queremos agradecerle su generosidad públicamente”. José Soler preside la Associació II Centenari de la Ermita de Sant Vicent del Captivador desde su constitución en 2001.

Con la solemne bendición y entronización de la imagen de San Vicente Ferrer en la Parroquia de San José, y la participación de la Coral Polifónica l’Alfàs Canta, esta tarde ha comenzado el Año Jubilar Vicentino, gracia concedida por la Santa Sede con motivo del sexto centenario de la muerte de Sant Vicent Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana, celebración que culminará en abril de 2019.

La escultura de Sant Vicent Ferrer, donada por José Soler al Ayuntamiento de l’Alfàs, es de 1945, obra de Antonio “Tonico” Ballester, una figura relevante de la “Generación de los Treinta”, grupo de artistas nacidos en el País Valenciano, formados en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Formó parte del núcleo de escultores valencianos republicanos -Badía, Boix, Pérez Contel, etc- que rompieron con el canon académico de Mariano Benlliure, y conectaron con las vanguardias europeas. Sus esculturas se reparten por España, México y Estados Unidos.

Escultura tallada en madera y policromada. La figura está representada con los atributos propios del santo: hábito de dominico, biblia en la mano izquierda e índice de la mano derecha levantado. En la cabeza tiene una filacteria de metal con decoración incisa de espirales encontradas.

Esta talla fue realizada por el escultor para una familia pudiente que la expuso en el oratorio privado de su vivienda en Valencia. Los nietos la vendieron a un anticuario de Valencia donde la adquiere el donante en el año 2018.

El deseo de José Soler es que el municipio posea una imagen del santo del que el pueblo de l’Alfàs es muy devoto. Dicha devoción se pone de manifiesto en su centenaria participación en las Fiestas de Sant Vicent del Captivador que, desde 1803, se siguen celebrando en la ermita de esta partida rural enclavada en el cruce de los términos municipales de l’Alfàs, Altea y la Nucia. La donación coincide con la celebración en 2018 del Año Jubilar Vicentino con motivo del 600 aniversario de la muerte de Sant Vicent Ferrer.

Debido al activismo político de izquierdas durante la República del escultor, fue encarcelado tras la Guerra Civil “Finalizada la guerra civil, Tonico Ballester fue encarcelado e inhabilitado y participó en la creación del Taller de Arte que agrupó a diversos artistas que estaban en prisión. Al salir del penal reanudó el trabajo en su taller realizando diversos encargos de imaginería religiosa. En 1946 emigró a México y se reunió con su hermana y Renau. Allí trabó relación con los exiliados, como el arquitecto alicantino Félix Candela, con quien colaboró en la ornamentación del templo de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Su prestigio como escultor de imágenes religiosas fue creciendo, lo que le proporcionó múltiples encargos. En 1960 se instaló en Los Ángeles (California), realizando diversos trabajos escultóricos. Tres años después regresó a vivir a Valencia, donde prosiguió con algunos encargos que habían sido recibidos en su etapa pasada en California”.