La Conselleria de Sanitat niega que el fallecimiento de una profesora en Alicante después de que se le administrara la vacuna de AstraZeneca haya activado ninguna alerta que pudiera advertir de una posible relación causa-consecuencia.
De hecho, fuentes internas recuerdan que los posibles casos de trombos que pudieran haberse dado “no se producen nunca de inmediato sino que se manifiestan muchos días después de la administración de la dosis”.
Así pues, Sanitat desmiente “en estos momentos” que esté en marcha ningún tipo de investigación ni que se haya estipulado que la causa del fallecimiento de esta persona pueda estar vinculada con esta vacunación.
Es más, los mismos responsables que han facilitado a Diario de Alicante esta información alertan de las “consecuencias negativas” y la “alarma infundada que pueden crear entre la población pendiente de vacunarse” que se pueda establecer cualquier tipo de información no probada y de la que “no se tiene ninguna constancia médica”, recuerdan, este tipo de afirmaciones”.
Como apunta hoy un medio de comunicación, “el fallecimiento se habría producido por un infarto, ya que a los pocos minutos de recibir la vacuna y mientras esperaba el tiempo reglamentario para comprobar que la vacuna no producía efectos secundarios sufrió una parada respiratoria”.
Sin embrago, las mismas fuentes sanitarias insisten en evitar alarmas infundadas entre la población y reiteran que no se ha activado ningún protocolo que pueda hacer pensar en una relación directa entre el fallecimiento y la administración de la vacuna.
