El Hospital de Sant Joan integra en el plan formativo de los residentes un curso sobre Humanización al final de la vida

Esta innovadora iniciativa tiene como objetivo el ofrecer herramientas a los residentes para facilitar una asistencia de mayor calidad a pacientes que se encuentran en la fase final de la vida

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Hospital de Sant Joan

La Comisión de Humanización del Hospital Universitario de Sant Joan d’Alacant ha desarrollado una acción innovadora mediante la creación del primer “Curso formativo en Humanización al final de la vida”, que se ha introducido en el itinerario formativo obligatorio que han de cursar los residentes para obtener el título de especialista.

Este proyecto de la Comisión de Humanización nació a raíz de la propuesta formulada por uno de sus miembros, el doctor Guillermo Torroba, residente de segundo año de Cardiología, y fue aprobado y apoyado por el presidente de la Comisión de Docencia, el doctor Juan Manuel Arriero. El curso, que se ha introducido en el plan de estudios de residentes de todas las especialidades acreditadas en el Departamento, complementa, centrándose de forma más específica en los cuidados paliativos, la formación general en Bioética que se impartió durante años a los residentes.

Por tanto, como comenta la presidenta de la Comisión, la pediatra M.ª del Mar Urán, “se ha dado un paso hacia adelante en términos de humanización” en lo relativo a la formación que reciben los residentes, por lo que “no se trata de un curso aislado más”, sino que ya es parte integrante del programa docente, junto a cursos como el de Urgencias o el de Reanimación Cardiopulmonar avanzada.

Así, todos los profesionales que realicen la residencia MIR, FIR, EIR en el Departamento de Sant Joan, recibirán esta formación. Uno de los temas en los que se está centrando la Comisión de Humanización es el abordaje y acompañamiento del paciente al final de la vida, en consonancia con el marco normativo actual, concretamente con el proyecto de ley de la Generalitat Valenciana de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de atención al final de la vida.

Entre los principios básicos de esta norma se encuentra el respeto a la dignidad de la persona que se encuentra en este proceso y, entre otras muchas acciones, realiza una apuesta por la formación en cuidados paliativos de todos los profesionales implicados en la atención a estos pacientes. En este sentido, la Comisión de Humanización está elaborando una guía informativa y de cuidados para profesionales y pacientes en situación paliativa y sus familias.

Así, desde la Comisión “observamos la necesidad de ampliar la formación de los residentes” en torno a los cuidados paliativos y conocimientos sobre cómo afrontar esta situación, “para la que no se nos formó en nuestros respectivos estudios y, sin embargo, con la que nos vamos a encontrar todos en nuestro día a día”, ha subrayado la presidenta.

El objetivo de este primer curso es introducir “conceptos clínicos de la mano de una visión humanista en la atención a los pacientes al final de la vida”, ha apuntado la doctora Urán, con el fin de ofrecer a estos jóvenes profesionales herramientas y conocimientos “acerca de las actuaciones y actitudes que pueden facilitar una asistencia de mayor calidad a los pacientes que se encuentran en situación terminal”.

Este primer curso se ha compuesto de tres sesiones de una hora que han tenido lugar durante tres semanas consecutivas en el Hospital. La primera de ellas, titulada “Fisiopatología del morir”, ha sido impartida por el internista Jorge Peris. En la segunda, el internista Pedro Esteve ha hablado sobre la “Estrategia en el paciente en situación terminal”. La última de las sesiones ha corrido a cargo del responsable de la Unidad de Hospital a Domicilio (UHD), Pablo Tordera, quien ha abordado el “Tratamiento farmacológico al final de la vida”.

En estos encuentros, en los que se ha tratado de fomentar el espacio para el debate entre residentes, se han mencionado conceptos como el respeto a la autonomía, la voluntad y la libertad del paciente; la limitación del esfuerzo terapéutico; la importancia de extender los cuidados paliativos a las familias y cuidadores, así como de atender al duelo; el derecho de los menores de edad que se encuentran al final de la vida a recibir información, adaptándola a su edad, etc.