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jueves, 28 marzo 2024

Condenada una mujer alicantina por apropiarse de un décimo premiado con más de un millón de euros

La Audiencia de Alicante ha condenado a un año y medio de prisión a una mujer por apropiarse de un décimo de la Lotería Nacional que resultó premiado con 1.170.000 euros.

La Audiencia de Alicante ha condenado a un año y medio de prisión a una mujer por apropiarse de un décimo de la Lotería Nacional que resultó premiado con 1.170.000 euros.

En la sentencia, la sección décima de la institución judicial impone también a la acusada una multa de 2.160 euros y le obliga a indemnizar con cantidades que suman 365.625 euros a tres personas con las que jugaba cada semana en este sorteo.

Joaquina O.M., vecina de la localidad alicantina de Benidoleig, de 77 años, se encargaba desde hacía tres lustros de adquirir varios décimos de los números 25.098 y 21.606 (u otro terminado en 6) para los sorteos de cada jueves y sábado de la Lotería Nacional. Luego los repartía entre cinco conocidos de forma aleatoria, sin tener en cuenta el número de fracción asignado a cada uno de ellos, tras cobrar su importe más un recargo del 10 %, en ocasiones incluso después de celebrados los sorteos.

La mujer compró una serie completa (diez décimos) del número 44.386 para el 23 de octubre de 2014. Antes del sorteo, entregó dos de los décimos, uno con número de fracción 1 y el otro de la fracción 6, a sendas amigas.

Cada uno de los diez boletos resultó premiado con 30.000 euros, pero, además, el que llevaba el número de fracción 5, recibió un premio especial de 1.170.000 euros. Joaquina O.M. ocultó ese último dato y distribuyó después entre los tres participantes que aún no los habían recibido décimos agraciados con 30.000 euros, y reservó para sí misma el de la fracción 5.

El tribunal ha declarado ahora que obtuvo así “una ventaja patrimonial” de manera fraudulenta, pues incorporó a sus fondos la totalidad del premio especial “cuando los querellantes tenían una cuota proporcional en los décimos” antes de que éstos se hubieran repartido.

El juicio por estos hechos se celebró el pasado 6 de febrero y Joaquina O.M. admitió haberse quedado con el décimo de la fracción quinta por casualidad. La acusada alegó que antes del sorteo había introducido los décimos que debía repartir entre los demás jugadores en su cartera, mientras que los suyos los dejó en un cajón bajo la televisión de su casa.

“Con independencia de que tal circunstancia no ha quedado acreditada -responde el tribunal en el fallo-, nada impide que los décimos puedan ser cambiados de sitio, esto es, que pasen desde el cajón a la cartera y a la inversa”.

Además, el tribunal recuerda que la procesada no era “una persona bisoña” en este tipo de juegos de azar, sino más bien “avezada”, por lo que no podía ignorar que una de las fracciones de las ocho que aún tenía en su poder había obtenido el premio gordo. Es más, señala, intentó “escamotear” ese premio especial a los querellantes con el argumento de que el décimo agraciado pertenecía a su hijo, algo de lo que posteriormente se desdijo.