AF: ¿Torear en la Feria Taurina de Hogueras es la mayor satisfacción de esta temporada, sobre todo después de haberte quedado en las puertas en ediciones recientes?
AB: Una de las mejores. De hecho en esta temporada Alicante significa mucho y es uno de los puertos más duros. Este año se prevé y se está viendo que hay una temporada más extensa y bonita que otros años. Me siento un privilegiado.
AF: ¿Se disfruta más por el hecho de no haber estado en ediciones anteriores en Alicante y de torear ahora “en casa” o eso te da una presión añadida?
torear en alicante: lo que se siente es que lo vas a saborear todo mejor. No te regalan nada, ha habido un esfuerzo, un trabajo y a pesar de todo este tiempo, que puedan seguir contando contigo satisface mucho.
AB: La verdad que lo que se siente es que lo vas a saborear todo mejor. No te regalan nada, ha habido un esfuerzo, un trabajo y a pesar de todo este tiempo, que puedan seguir contando contigo satisface mucho.
AF: ¿Qué esperas de esa faena veraniega en la que compartirás tarde con otros cincos compañeros?
AB: Contento por poder compartir ese día con compañeros de la Comunidad Valenciana, se disfrutará y se intentará estar a la altura.
AF: ¿Personalmente prefieres que esté la novillada junto a la corrida de toros en junio o en agosto para que los asistentes se centren únicamente en vosotros?
AB: Hombre como alicantino a uno le gustaría torear cuando son las fiestas de Hogueras con ese sentimiento que despierta, la faena llama más y te toca más el corazón.
AF: Lo decía porque los espectadores que asistan en agosto pueden ser incluso “más fieles” a vosotros.
AB: Yo creo que la gente que va es fiel, si no lo fuera da igual que fuera junio, agosto o diciembre porque no iría (risas).
AF: ¿Qué opinas del cartel de la corrida de toros 2019, no crees que, a diferencia de otros años en los que estaba más repartido, en este se ha centrado mucho en dos días grandes (22 y 23 de junio) con la presencia de Roca Rey, Manzanares, El Juli, Morante?
AB: La verdad que la feria está muy bien rematada. Hay carteles interesantes, los de más taquillaje serán los días que has nombrado, pero los otros también guardan un gran interés.
AF: Debido a tu olfato taurino, ¿quién crees que será el gran triunfador y la gran sorpresa tanto en el cartel genérico como el de la novillada?
AB: Eso no se sabe hasta el final…
AF: Pero lo que es seguro es que en agosto te gustaría ser el gran triunfador…
lo bonito del toreo es que no es predecible. Puede pasar cualquier cosa y ese es el encanto de nuestro mundo y de las corridas
AB: (Risas). A todos nos gusta, pero lo bonito del toreo es que no es predecible. Puede pasar cualquier cosa y ese es el encanto de nuestro mundo y de las corridas.
AF: Hablando de esta temporada, ¿crees que ha sido un repunte porque te has marcado el objetivo de lograr 16 tardes y te has sacado la espina clavada de volver a torear en Alicante?
AB: La valoro como una gran oportunidad y como “una recompensa” por estar ahí, por no perder la afición y por sentirse torero cada día que pasa. Yo estoy agradecido de que me llegue en un momento donde estoy más maduro y más capacitado para asimilar todo lo que me viene. Si me hubiera llegado antes, a lo mejor no habría sido capaz de gestionarlo como ahora.
AF: La incorporación de un nuevo apoderado, Gregorio de Jesús, ¿ha sido un punto de inflexión en tu carrera?
AB: Sí, porque se forma un equipo. Tengo una representación, una persona de apoyo que vela por mis intereses y en el que deposito mi confianza. Como bien has dicho es sin duda un punto de inflexión.
AF: La temporada arrancó con el objetivo de 16 tardes. ¿Eres optimista en poder lograrlo?
AB: Sí, están prácticamente todas cerradas. Madrid me encantaría porque, igual que Alicante, es otros de los puntos de mira que hay este año.
AF: Y una vez que consigas estos objetivos, ¿qué próximos retos tendrías en el horizonte?
AB: Primero me centro en cómo acabe esta temporada y claro que si sale bien, lo más lógico y normal es que vaya mejor y pueda repetir en las plazas de mayor importancia. Y sobre todo lograr la alternativa.
AF: A nivel más personal, ¿cómo y cuándo surgió tu pasión por el mundo de los toros?
su pasión por el mundo de los toros: “surgió Desde pequeño. Yo veía que en casa me llevaban a las corridas de rejones, alguna de a pie, mi hermano guardaba en un cajón un capote y una muleta, y cada vez que lo sacaba No sé si era por un sentimiento oculto o por el colorido que tenía, pero siempre me despertaba curiosidad”
AB: Desde pequeño. Yo veía que en casa me llevaban a las corridas de rejones, alguna de a pie, mi hermano guardaba en un cajón un capote y una muleta, y cada vez que lo sacaba me despertaba curiosidad. No sé si era por un sentimiento oculto o por el colorido que tenía, pero siempre me ha llamado mucho la atención (risas).
AF: O sea que te viene de casa, ¿no?
AB: Sí, pero de parte de mi hermano que siempre se ha preocupado de estudiar como era una cosa y la otra. Mis padres también iban pero con menos conocimientos.
AF: ¿Y tus padres han apoyado tu decisión de torear? ¿Les ha entrado miedo cuando te ven delante de un toro?
AB: Siempre, la verdad que el apoyo que he tenido en casa ha sido y es total. Claro que tienen miedo, pero son un pilar fundamental y sin ese apoyo no sé lo que hubiera hecho yo (risas).
AF: Debutaste en 2011, ¿qué sentiste cuando te pusiste por primera vez delante de un toro?
su debut: “fue una experienciA inolvidable QUE RECUERDO CON mucho cariño, un debut de caché con toreros que hoy en día están ahí arriba despuntando como López Simón y David Galván
AB: Había estado delante de toros en el campo, pero fue una experiencia inolvidable. Creo que no estaba yo en ese momento de poder asimilar todo eso que me estaba llegando. Es una experiencia que la recuerdo con mucho cariño, un debut de caché con toreros que hoy en día están ahí arriba despuntando como López Simón y David Galván.
AF: Desde ese tiempo hasta hoy has estado luchando por lograr la alternativa y por convertirte profesionalmente en un torero con mayúsculas. ¿Cómo es ese mundo de lucha para llegar a la élite del toreo?
AB: Ha sido una lucha, pero siempre me he levantado todos los días con esa ilusión de entrenar y torear en cualquier plaza de España. En el fondo ha sido un gozo y me he sentido un privilegiado por estar en este mundo, aunque ha habido algunos años en los que no he podido pisar ninguna plaza, sobre todo en el campo rodeándome de gente profesional. Lo he disfrutado y nunca dejo de hacerlo.
AF: ¿Y cuándo has pasado momentos más delicados te has llegado a plantear alguna vez dejar este mundo?
Nunca me lo he dejado porque siempre he tenido claro que pasara lo que pasara iba a torear. Nunca me lo he planteado puesto que “ni siquiera he empezado” como aquel que dice (risas). Me ha tocado un banquillo donde me he curtido, he conocido muchísima gente que me ha enriquecido como torero
AB: Nunca porque siempre he tenido claro que pasara lo que pasara iba a torear. Nunca me lo he planteado puesto que “ni siquiera he empezado” como aquel que dice (risas). Me ha tocado un banquillo donde me he curtido, he conocido muchísima gente que me ha enriquecido como torero y la verdad que todo lo que soy se lo agradezco a todas las personas que me ido encontrando en el camino.
AF: ¿Cuándo empezaste en la escuela taurina?
AB: Yo comencé siendo un chaval de 13 años, pero claro eso tiene un tope. Debutas con picadores y tienes ya una edad con la que te tienes que salir y te vas a la jungla.
AF: ¿Piensas que antes había más oportunidades que ahora para los jóvenes novilleros que querían dar ese paso a la élite?
AB: La facilidad que había antes, por lo que me han comentado, es que se hacían más festejos. Este hecho daba más oportunidades de entrar en el cartel mientras que hoy en día hay menos festejos, somos muchos y cuesta más meter la cabeza en los carteles.
AF: Otro aspecto importante es que ser novillero implica costearte muchos elementos y es muy complicado vivir de esto a día de hoy, ¿no?
AB: La verdad que sí. Yo lo que hago es reinvertir en la profesión. Si ganas algo tienes que pensar en invertirlo en un capote, en una muleta, en viajes y siempre destinado al toro, que es lo importante.
AF: Sin embargo, lo que más demuestra tu amor y tu pasión por ser torero es que ahora mismo podrías haberte dedicado a ser profesor de Educación Física y a vivir dignamente como mínimo, pero has decido seguir centrado y luchando por cumplir tu sueño…
AB: Sí, el toreo es el núcleo de mi vida, todo gira alrededor de él. Yo me siento bien así y lo bonito es que cada uno se encuentra a gusto donde quiera estar, esté como esté.
AF: ¿Cómo es el día a día de Alfredo Bernabéu?
AB: Todo gira en torno al entrenamiento. Me hago unas tablas, hay gente que me ayuda en la preparación física, en el toreo de salón y eso es lo que primero se organiza en la semana. Luego ya si hay que planificar algún viaje, ver algún vestido…
AF: ¿Cambia la rutina el día que vas a torear?
AB: Sí, se lleva un entrenamiento mucho más severo, más duro y luego conforme va llegando esa fecha se va aminorando para que el cuerpo no esté cansado el día de la faena.
AF: ¿Tienes una manía a la hora de torear?
AB: Con el tiempo me he ido quitando (risas). Tendré manías, pero ni yo mismo me doy cuenta porque están ya interiorizadas (risas).
AF: ¿Cuales son tus cualidades como torero?
AB: Intento sentir todo lo que hago porque yo creo que si lo siento y soy capaz de disfrutarlo, a la gente se lo voy a transmitir y también lo va a disfrutar.
AF: Y en cuanto al estilo, ¿eres más agresivo y atrevido o más clasista cuando toreas?
AB: A mí siempre me ha gustado más el clásico, pero aún me queda camino para terminar de decidirme. Eso la gente lo dirá y lo verá en la plaza (risas).
AF: Has llegado a torear en “La Catedral de los Toros”, en la Maestranza de Sevilla. ¿Qué sentiste al pisar ese emblemático ruedo?
Muchas cosas me contaron de la Maestranza de Sevilla, pero hasta que no pisé la calle vestido de torero no me di cuenta de que todo eso que decían era verdad. No sé que tiene de especial, lo que si sé es que pisé esa calle y el cuerpo se me hizo como un flan (risas)
AB: Muchas cosas me contaron de la Maestranza de Sevilla, pero hasta que no pisé la calle vestido de torero no me di cuenta de que todo eso que decían era verdad. No sé que tiene de especial, lo que si sé es que pisé esa calle y el cuerpo se me hizo como un flan (risas).
AF: ¿Y otro reto sería torear en Las Ventas de Madrid, no?
AB: Claro, por lo que significa como torero y además teniendo una madre madrileña habrá que pisar la capital…(risas).
AF: ¿Cuál ha sido la faena donde has conseguido la mayor gloria taurina?
AB: Han habido momentos porque cada tarde ha significado siempre algo. Sin embargo, me quedo con la de este año en Corral de Calatrava (Ciudad Real) por motivos personales tenía algo que decir y demostrar, y me fue bastante bien.
AF: ¿Y el mayor “susto” que hayas recibido?
El año pasado perdí una novillada por una cornadita que me pegaron en el escroto, me rompieron todas las fibras del brazo y fue de las cogidas más graves que he tenido
AB: Por desgracia mis sustos han sido más fuera que dentro. El año pasado perdí una novillada por una cornadita que me pegaron en el escroto, me rompieron todas las fibras del brazo y fue de las cogidas más graves que he tenido.
AF: ¿Y cómo aguantáis ese dolor, esas heridas? ¿Los toreros estáis hechos de otra pasta?
AB: La afición y las ganas de torear es lo que hace que te recuperes enseguida.
AF: ¿Cuáles son tus toreros referentes?
AB: Me he fijado en todos porque el que ha estado ahí arriba ha sido por algo. Si tuviera que elegir uno pues gente de la tierra como Manzanares, Antoñete y Miguelín. Pero insisto que hay que coger lo bueno de cada uno de las figuras.
AF: ¿Cómo defines el mundo de los toros?
el toreo es el último o de los últimos espectáculos del mundo que son de verdad porque muestra las cosas con pureza y todo lo que ocurre en una plaza es real y no algo ensayado
AB: Como el último o de los últimos espectáculos del mundo que son de verdad. El toreo es mostrar las cosas con pureza y verdad porque todo lo que te ocurre en una plaza es real y no es algo ensayado. Todo lo que estás expresando en ella es un estado de ánimo de ese día o de tus experiencias en la vida.
AF: ¿Cuáles son tus principales aficiones?
AB: El deporte, montar a caballo, el boxeo, ver carreras de galgos, el mar que me transmite mucha paz y disfrutar de la naturaleza.
AF: ¿Cómo ves al mundo de los toros con el auge del movimiento “animalista” y antitaurino?
me considero animalista, lo que se confunde son los conceptos. Yo ayudo en un campo e intento que se mantenga el equilibrio que hay en la naturaleza, eso se puede llamar animalista. además, los toros viven en unas condiciones buenísimas, están perfectamente cuidados y tienen la oportunidad de ser indultados en una plaza. Yo nunca he escuchado un indulto a un pollo cuando lo matan en los mataderos…
AB: Para bien o para mal se está hablando de los toros. Pero es como me considero animalista, lo que se confunde son los conceptos. Yo ayudo en un campo e intento que se mantenga el equilibrio que hay en la naturaleza, eso se puede llamar animalista. Además, no hay que olvidar que los toros durante varios años viven en unas condiciones buenísimas, están perfectamente cuidados y sin las corridas no podrían llevar esa calidad de vida. Otro aspecto es que tienen la oportunidad de defenderse y de ser indultados en una plaza. Yo nunca he escuchado un indulto a un pollo cuando lo matan en los mataderos…
AF: De cara al futuro, ¿la fiesta nacional goza de buena salud o tendría que reinventarse para lograr estar en lo más alto?
AB: Es muy importante inculcar valores. El mundo de los toros no es como otro espectáculo que lo entiendes simplemente cuando lo ves. Aquí hace falta un conocimiento para llegar a su comprensión, por eso es necesario inculcarlo y más cuando hoy en día es visto como algo tabú. Actualmente impera “el toros sí o toros no”, pero sin explicar el porqué. Es necesario explicar qué hay detrás de una corrida de toros, que no solamente es el ruedo, porque hay algo más allá.
AF: A nivel de medios, ¿cómo se podría dar una vuelta de tuerca para las corridas vuelvan a tener la difusión de antaño?
AB: Deberían de tratarse con naturalidad. Toda mi admiración y agradecimiento a todos esos profesionales como tú que se brindan a dedicarle un espacio al mundo del toro. Pero deberían dar espacio y con total naturalidad a los toros porque es algo que nos caracteriza y es de nuestro país, España.
AF: ¿Cuáles son las características básicas que se deben reunir para ser un buen torero?
Hay que tener una buena base de valor y todo lo que se haga que sea con personalidad porque es lo te va a distinguir del resto. No puedes ser un alma sin pena en la plaza
AB: Hay que tener una buena base de valor y todo lo que se haga que sea con personalidad porque es lo te va a distinguir del resto. No puedes ser un alma sin pena en la plaza.
AF: Aparte de estar en óptimas condiciones físicas porque no todo el mundo se puede poner el estrecho traje de torero…
AB: (Risas). Sí, es fundamental para aguantar por ejemplo una temporada.
AF: ¿Qué es más complicado el aspecto físico o mental?
AB: Hay que alimentar ambos, aunque todo está en la mente. No obstante, el físico te da capacidad para poder pensar mejor, encontrarte más fuerte, controlar la respiración en esos momentos de estrés. En definitiva, te ayuda mucho.
AF: Por último, de cara al futuro. Si no consigues dar el salto y lograr esa alternativa en próximos años, ¿barajarías ser profesor de Educación Física o seguirías luchando por tu sueño?
AB: Voy a seguir toreando. Siempre que sea capaz de hacer lo haré, ya sea en plazas o en el campo porque siempre voy a intentar crecer. Otra cosa es que baje la intensidad y también hay que vivir, en ese caso me replantearía combinar los dos mundos. Pero lo que es seguro es casi siempre entrenaría y me iría un fin de semana a matar un toro a una ganadería.
AF: De cara al futuro, ¿cómo te ves en 5 años?
AB: Toreando (risas).
AF: Finalmente, mójate y dime un pronóstico de cara la Feria de Hogueras de 2019. ¿Cuántas orejas vas a cortar?
sobre su novillada en la feria de hogueras 2019: “para mí sería un honor indultar al toro”
AB: Un máximo de las que tenga, que son dos orejas y un rabo, y como mucho indultarlo. Eso para mí sería un honor.
