Al acto han asistido Sergio Sánchez, director de Poblaciones de Aguas de Alicante, María Flor, directora de Depuración y Secado Térmico, Eva Delgado, concejala de Urbanismo, Energía y Agua y Esther Iborra, concejala de Limpieza, Gestión de Residuos y Medio Ambiente. Ambas del Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant.
Durante 2 meses y a través de diferentes medios, Aguas de Alicante instará a los ciudadanos a ser responsables con el medio ambiente y con las infraestructuras locales, pues tal y como ha indicado Sergio Sánchez, Director de Poblaciones, muchos de los productos que echamos por el inodoro no son biodegradables y “tardan alrededor de 600 años en deshacerse”. Aparte, han creado un espacio habilitado en su web para que los ciudadanos puedan conocer de primera mano el impacto que supone.
Echar residuos al WC supone un coste extra en saneamiento de 200 millones de euros al año
El hecho de que tiremos al váter productos de higiene provoca no solo un impacto medioambiental considerable sino atascos en la red de alcantarillados, lo que supone un coste extra para las entidades locales.
De hecho, ha recalcado que conlleva un gasto de entre 4-6 euros por ciudadano al día, lo que alcanza la cifra de 200 millones de euros al año en España. Para el Ayuntamiento de Sant Joan, tal y como ha asegurado, supone un coste extra en infraestructuras de 100.000 euros.
Esther Iborra, concejala de Medio Ambiente, Residuos y Limpieza del Ayuntamiento de Sant Joan, ha explicado que “muchos de esos residuos acaban en el mar y son ingeridos por animales marinos, que luego consumimos”. Por todas las razones anteriores, Iborra pide a los ciudadanos que solo utilicen productos como toallitas en casos de emergencia o las tiren siempre a las papeleras.
Dos reglas básicas para proteger el Medio Ambiente
Además, Iborra ha señalado dos reglas básicas: La de las tres RRR, “reducir, reutilizar y reciclar”, y la de las tres PPP, “pipí, popó y papel”. “Tenemos que proteger nuestro medio ambiente y ayudar a reducir el impacto del cambio climático”, ha insistido la edil.
Consecuencias negativas
Para terminar, María Flor, directora de Depuración y Secado Térmico, de Aguas de Alicante, ha explicado detalladamente las terribles consecuencias que tiene el echar este tipo de productos al inodoro, aclarando que seguramente los ciudadanos lo hacen porque no son conscientes de la problemática.
“Esos productos acaban en la red de alcantarillado, produciendo atascos y, en ocasiones, la salida de esas aguas residuales a las calles e incluso al mar”, ha indicado la experta.
“Aunque lo ponga, las toallitas no son biodegradables, ni los tampones, las compresas, los bastoncillos…Se van aglutinando y forman masas incontrolables. Esto provoca un impacto medioambiental negativo y graves problemas en los sistemas de saneamiento de los municipios“, ha señalado también.