El agua que nos lleva

El aire, el agua y el sol son patrimonio de todos/as

2047
Agua
Josep Manel Sánchez

Si el agua no existiera en nuestro planeta, la vida en toda su diversidad, tal y como la conocemos, no existiría. Dicen los expertos, que fueron grandes cometas y asteroides de hielo, los que trajeron el preciado líquido a nuestro hogar flotante durante más de 4000 millones de años. Otros en cambio afirman, que el agua surgió del interior de La Tierra, mezclada con el humo y el fuego que vomitaban los numerosos súper volcanes, y que formaron la incipiente atmósfera de entonces. El sol, esa máquina térmica, limpia e inagotable, fue filtrando el H-2-O, conformando las nubes, las lluvias y los ríos, que desembocaron en grandes depresiones terrestres, convirtiéndose en océanos, mares y grandes lagos.

El caso es que la vida surgió en contacto con el agua, no en vano el 80% estamos compuestos de líquidos, luego no podemos pasar sin el oro incoloro que aplaca nuestra sed y hace germinar el alimento básico para la supervivencia de todos los seres vivos del planeta, incluidos nosotros/as. A mi me da la impresión, que no le damos la importancia que requiere, al presente y al futuro del agua que nos lleva.

Agua
Josep Manel Sánchez

Jugar con el agua, como negocio de unos pocos, no solo es mezquino, sino criminal, en el sentido de privarnos de algo tan básico e imprescindible; y que debe ser patrimonio de todos. Las nubes no tienen fronteras, los ríos tampoco; disponemos de una tecnología muy avanzada, ingenieros y técnicos a patadas, como para desarrollar una gran obra de ingeniería de vasos comunicantes, donde no se pueda perder ni un litro de agua en los océanos y mares de la península Ibérica: España-Portugal. La riqueza que tal proyecto -más económico que 500 Km de AVE- produciría en los campos de cultivo y en el ahorro de las facturas de agua de casi TODOS, estaría determinado por el crecimiento fraternal de nuestros pueblos.

Se trata de algo tan sencillo y harto sabido, como aprovechar el agua sobrante, canalizarla, almacenarla y distribuirla equitativamente allá en donde haga falta. Hace miles de años ya lo practicaban nuestros antecesores. El cambio climático galopante, es una realidad que hace necesario para nuestra supervivencia actuar ahora, es el momento, tenemos las herramientas, las personas adecuadas: ¿qué nos frena…?

No podemos destruir el futuro negándonos a construir el presente; y éste, pasa por afrontar de una vez y por todas, esta sequía pertinaz que subyace todavía en el fondo insolidario de algunos cerebros humanos, que no quieren perder los privilegios y la posesión de nuestras vidas.